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17 de julio de 2018

YoonGi sin duda pensaba que se estaba volviendo loco, desde que conoció a JiMin le ha sido difícil sacarlo de su cabeza, y eso que lo había conocido hace ya un año, año en el que el pequeño y escurridizo omega lo persiguió para entablar una conversación sobre lo que ambos ya sabían.

Sin embargo, para YoonGi era difícil aceptar que ya había encontrado a su pareja predestinada y no porque no quisiera encontrarla, sino que su pareja predestinada parecía un muñeco de porcelana que si lo dejaba caer temía se hiciera añicos.

Y aunándose a eso, aún odiaba ver a esas pajeras que solo se la pasaban besándose en todas partes, los apodos cursis y demás. Y sabia, por parte de NamJoon, JiMin era de esas personas que le ponía apodos lindos a todos los que se le acercará.

Pero había una cosa que odiaba mucho más que a las parejas, y eso era ver a JiMin regalándoles sonrisas a todo el mundo menos a él, esas sonrisas tan bonitas que poseía el omega solamente debería de pertenecerle a él, no a cualquier tonto alfa que se le parara en frente pidiéndole los apuntes de alguna materia como en ese momento.

- ¿Quieres dejar de gruñir? – preguntó NamJoon con voz burlona – Tú tienes la culpa, dejas que cualquier alfa o beta se le acerque como si no supieras que eres su alfa.

- Yo no soy su alfa – respondió con un grito, llamando la atención de varias personas a su alrededor y entre ellas, JiMin.

Cuando sus ojos chocaron YoonGi pudo ver la tristeza y decepción que sentía su omega, y no pudo evitar sentirse el peor alfa del mundo después de ver salir corriendo a JiMin de la cafetería siendo seguido por su mejor amigo Taehyung, quien le dio una mirada de miedo para ser un omega.

- ¿Tú de verdad que no te cansas verdad? – preguntó HoSeok – El chico ha intentado de todo y tú lo único que haces es huir y rechazarlo.

Y era verdad, YoonGi había rechazado tantas veces a JiMin que ya había perdido la cuenta de las infinitas veces que había hecho llorar al ahora peli-rosa.

Sin decir nada se levantó y salió de la cafetería, se sentía tan mal y su lobo le exigía que fuera detrás de su omega, pero mientras tuviera uso de razón no lo haría, por eso cabizbajo caminó hasta su casillero para sacar los libros de su siguiente materia, pero grande fue la sorpresa encontrarse con un sobre rosa con pegatinas de gatitos con olor a uvas.

No hacía falta abrirlo para saber de quién era esa carta, simplemente tomo sus cosas y caminó tranquilamente a su aula de clases para leer la carta de su bonito omega.

Una vez en el aula, con ayuda de una regla abrió el sobre rosa y sacando las hojas que este llevaba dentro.

Querido Yoonie:

Hace un año que te vi por primera vez y lamento que nos hayamos conocido de una manera tan torpe, sé que hice que te molestaras y de verdad que lo lamento, quería que habláramos sobre los asuntos pendientes que tenemos, pero tú siempre sales huyendo.

Pero te comprendo, ¿Quién querría a un omega como yo en su vida?, papá me lo dijo muchas veces y no le hice caso, pero ahora lo entiendo, nadie quiere a un omega como yo, ni siquiera mi propio alfa.

De verdad que lo siento YoonGi, siento haber sido tu omega, pero yo no lo decidí ni tú tampoco, sin embargo, no me rendiré.

No lo haré porque mi nana me ha dicho que luchemos por todo aquellos que queremos en nuestras vidas, y sin duda tu eres la persona que quiero en mi vida.

Atentamente,

Park JiMin.

Con cuidado, YoonGi volvió a meter las hojas al sobre, sin duda JiMin era una persona especial, eso lo tenía muy claro, guardó el sobre en su mochila con tanta delicadeza para que este no se maltratara y se dedicó a observar por la ventana. 

Reset //Yoonmin//Where stories live. Discover now