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18 de julio de 2018

JiMin caminaba apresuradamente por los pasillos de su preparatoria en busca del casillero de la persona que más quería esperando que esta no se encontrara en el lugar para así lograr dejar su carta con tranquilidad.

JiMin sabía que todo lo que hacía era en vano, ya que dentro de algunas semanas se irá a vivir a su ciudad natal y aunque esto le trajera una inmensa tristeza, comprendía las razones del porque sus padres hacían todo eso, se lo dijeron aquella noche cuando lo encontraron llorando en su habitación.

Después de unos cuantos besos por parte de su adorada madre y unos abrazos de oso de su adorado padrastro, dejó de llorar.

- Todo será más fácil – había dicho su madre

- Mi madre te adora y estoy seguro de que te recibirá con los brazos abiertos – le segundo su padre.

Y él estaba muy seguro de eso también, iba a ver a su nana de nuevo y eso lo llenaba un poquito de felicidad, solo tenía que seguir como si nada pasara durante estas semanas.

Al llegar a su destino, con mucho cuidado metió el sobre en el casillero y se fue a su clase, solo esperaba que YoonGi la leyera y le respondiera, que si bien eso ultimo era casi imposible como poder ver el sol sin anteojos especiales, la esperanza es la última que muere.

Mientras tras tanto YoonGi quien acaba de ser sacado de la clase de historia por haberse quedado dormido, caminaba tranquilamente a su casillero para dejar sus cosas y tomar su dinero para poder comprar su almuerzo.

Pero iba tan distraído que no se dio cuenta que una persona caminada directamente frente a él en dirección contraria, causando que ambos cayeran al suelo.

- ¡Auch! – dijo la persona con la que chocó

A decir verdad, no hacía falta que YoonGi levantara su vista para saber con quién había chocado ya que conocía esa voz que lo hacía ponerse nervioso, sin embargo, eso nunca lo sabría el dueño de esta.

- ¿Te quieres fijar por dónde vas? –

Pareciera que YoonGi tuviera un mecanismo para hablarle de esa forma a JiMin, siempre era lo mismo, pero nunca había quejas, solo palabras toscas de su parte y pequeños susurros de JiMin, justo como ahora.

- Lo siento, YoonGi – susurro sin levantar la mirada.

- Para la próxima fíjate por donde caminas – le respondió

Tras haber dicho eso, el más pequeño se levantó e hizo una reverencia para después salir corriendo, sin duda YoonGi era una de las personas más tontas que pudieran existir.

Cuando el pelinegro perdió de vista a JiMin se levantó y camino a su casillero para dejar las cosas, si se apresuraba aun podía alcanzar lo mejor de la cafetería.

Pero como el día anterior un sobre estaba vez morado con estiquers de corazón con olor a fresas cayó al suelo, YoonGi le agachó por él y lo admiro de cerca, adoraba todos esos pequeños detalles que JiMin ponía para darle una carta, con cuidado guardo la carta en el bolsillo de su pantalón para después guardar sus cosas y salir al patio trasero, no sin antes ir a comprar un bocadillo.

Una vez listo y en el patio, comenzó a buscar una sombra para poder leer la carta, a lo lejos, vio una cerca de los salones de segundo grado, con tranquilidad se acercó a ella y se recostó con cuidado.

Al sacar la carta de su bolsillo se dedicó a observarla unos cuantos segundos hasta que se decidió abrirla.

Querido Yoonie:

Ayer por la tarde cuando caminaba a casa encontré un gatito, era tan bonito, que decidí llevarlo a casa, hubieras visto la cara de mamá, no quería que lo conservará, pero cuando llegó papá él la convenció diciéndole que solo serían unas semanas en lo que se arreglaba mi transferencia.

En fin, mamá aceptó a chuchu en casa y aunque ella no lo admita sé que se encariñara con él en poco tiempo.

Por siento, también, cuando fui a la tienda de mascotas me encontré con tu mamá y tu perrito, dijo que Holly estaba enfermo y que tenía que comprar algunas cosas para él, espero que pronto se recupere y que le haya gustado mi regalo, ¿Le gustó? ¿A usted le gustaron las papas que le mande con su mamá? Espero que sí.

Bueno, creo que esto será todo por ahora.

Atentamente

Park JiMin.

YoonGi sonrió al terminar de leer esa colorida carta, y recordó a su cachorro correr detrás de la pelota azul con la que su madre había llegado en la tarde del día anterior junto a una bolsa de papas grandes que por cierto eran sus favoritas.

Pensó que sin dudad JiMin era un ángel por haber acogido a un gato, pero no estaba tan seguro a que se refería con la parte que decía sobre una transferencia.

Sin duda eso le dejaba un sabor amargo en la boca y un mal presentimiento.

Tendrá que preguntarle a su madre o a NamJoon ellos sin duda sabrán algo al respecto y si estos no le dan una respuesta tendrá que afrontar a JiMin, le guste o no.

Lo que YoonGi nunca se dio cuenta fue que el lugar en donde estaba recortado daba justo en el aula de cierto omega enamorado, quien se dedicó a observarlo y a memorizar la bonita sonrisa que tenía ese alfa. 

Reset //Yoonmin//Where stories live. Discover now