epílogo;

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Y ahí estaban, en sus citas perfectas.
Lloviendo, cubiertos con varias mantas pero a la vez acurrucados para "mantener la calor", aunque hicieran más de cuarenta grados ellos dirían eso para poder seguir así.

Miraban las películas favoritas del mexicano, mientras éste acomodaba su cabeza en el hombro del otro. Mientras veían películas comían unos takis fuego con salsa valentina, pues la resistencia ante el picante de Rusia había mejorado bastante.

Sus dedos entrelazados, mientras el mexicano le prestan atención a la película, el ruso miraba con atención y una sonrisa boba el anillo que su prometido portaba en el dedo anular.

Vámonos A Marte.【rusméx】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora