Guadalajara, Jalisco, Mexico, 23 de diciembre 1997
Querido desconocido:
Ya ha pasado tiempo desde mi última carta, me disculpo por no escribirte antes.
decidí salirme de mi casa, Santiago me ofreció la suya y ahora vivo con él y sus amigos, actualmente somos pareja. Él me ayudó a denunciar a mis padres por el maltrato físico y psicológico hacia mi persona, lamento darte la noticia de que no ganamos, mi madre defendió a mi padre, dijo que los golpes eran porque tenía muchas peleas callejeras, le creyeron. Lamentablemente mi país es un lugar donde no siempre la justicia gana, esta vez me tocó aceptarlo.
ya no veo a esos señores, perdí todo contacto con ellos, tampoco les guardo rencor, pero simplemente no tengo ganas de volver a verlos y probablemente ellos tampoco de verme a mi.
Dejando de lado lo triste, mi vida va muy bien, recibo ayuda psicológica para sobrellevar todo lo que me paso, tengo un trabajo estable y estudio derecho, me agrada la carrera porque se que algún día yo podré hacer justicia y ayudar a personas que pasaron por lo que yo pase.
En serio agradezco que me leyeras, tu y Santiago me dieron fuerzas para continuar, obtuve otra oportunidad y estoy muy agradecido por eso.
Mi querido desconocido espero que un día ya no seas un desconocido y poder llamarte por tu nombre.
Te quiere, Nicolás.
ESTÁS LEYENDO
Me dijeron podrías ayudarme
ContoA Nicolás le dijeron que eras bueno leyendo las cartas de los demás, que a pesar de no contestar lograbas que quien te mandará una carta se sintiera más tranquilo. Nicolás comenzó a hacerlo y cada día puede sentirse mejor consigo mismo, gracias a ti...