Helldom (sin editar)

En compañía del mal II

 -La muerte tiene maneras extrañas de atraer a los incautos- reza un viejo dicho norteño

Los bruscos cambios que constantemente se sucedían en Helldom, causarían un gran impacto en las comunidades sedentarias y bien organizadas, pero no en los errantes, quienes habían transitado una buena parte de la circunferencia, sus cuerpos estaban magistralmente adaptados a estas austeras circunstancias.     Durante muchos siclos de constantes y bruscos cambios climáticos, los errantes habían sobrevivido, adaptando de manera natural su temperatura, ademas su dieta alta en grasas, les ayudaba a soportar de mejor manera las bajas temperaturas, aun en sus días mas calientes Helldom era bastante frió, no obstante nunca las temperaturas habían bajado tan rápida y drasticamente como en esa oportunidad, fue totalmente lo opuesto a lo vivido la noche anterior, cuando de la nada el valle comenzó a hervir, emanando grandes cantidades de vapor.

Desde la noche anterior, Unut no dejaba reposar su cabeza, imaginando el misterio que se escondía detrás de aquellos potentes temblores y esa pavorosa presencia.     El alma de Unut era inquieta, y siempre quería inquirir en todo aquello que lo que le rodeaba, su joven Espíritu no entendía  los peligros que le asechaban, pero pronto aprendería a temer...

Con la cabeza llena de dudas, Unut avanza hacia el monte Arit, a duras penas llevando a su compañero de horda Arnaz que esta mal herido,mientras  la  muerte le susurra al oído con cada paso que da.   

Ocasionalmente Unut deja escapar un grito de sus congelados labios, llamando a Daila sin encontrar respuesta alguna, con el transcurrir del tiempo comienzan a temerse lo peor, no seria extraño que hubiera muerto en cualquier lugar del valle, después de todo caminaban entre sombras, en compañía del mal.

Arnaz era alto y de contextura fornida, resultaba muy pesado para Unut quien es un tanto mas bajo,y se esfuerza de sobre manera para llevarlo.      lo que unas horas antes era un infierno de llamas, carroñeros y cuerpos pútridos,  ahora no es mas que un valle gélido y solitario sin apariencias de haber alguna vez albergado vida.

 El negro manto de la noche cubre los cielos a una velocidad asombrosa y en cuestión de unos pocos minutos la oscuridad establece su reino de manera oficial.

Las ardientes llamas que amenazaban la vida en el valle la noche anterior, ahora eran imprescindibles para conservar la vida.     El valle es sin lugar a dudas una trampa mortal, atravesarlo en las condiciones en que ambos están es imposible, de una u otra manera la muerte no parece estar demacrado lejos lejos.

El esfuerzo que Unut realiza para salvar a su compañero parece superarlo y su cuerpo comienza a darle signos de debilidad, sus rodillas le duelen y le cuesta respirar con normalidad,pareciera escuchar voces en el viento, y de a ratos ve como hermosas visiones de un fuego acogedor y distante.

van siguiendo el curso del rió que atraviesa el valle del Rey, pero el agotamiento es mucho y ambos caen sobre sus cansados cuerpos, la lanza que Unut usa como báculo se rompe al caer, empeorando una situación ya difícil.