-Entonces se fue- pregunto Hermione
-Si… eso parece- dijo Ginny
-Pues espero que ya no regrese- dijo Hermione- imagínate que Harry lo descubra
-No… no, ni lo digas- dijo Ginny- estos días que se fue he estado tranquila
-Y si regresa- dijo Hermione- que va a pasar Ginny
-Hablare con el- dijo Ginny- le diré sobre mis sentimientos hacia Harry
-Eso está muy bien… por mucho que no quieras herirlo, mientras el crea que tu lo sigues amando, no se ira. – dijo Hermione
-Si… ya lo he pensado- dijo Ginny- y esa es la única solución
-Si… es hora de que seas feliz junto a Harry- dijo Hermione
-Si…. Aunque me da tristeza pensar en Dean… el me ama de verdad y todo fue tan injusto. – Dijo Ginny- y aun así estoy dispuesta a pasar por alto que Harry haya tenido algo que ver con las mentiras que me separaron de Dean
-Yo no creo que Harry tenga algo que ver con eso- dijo Hermione
- Pues yo tampoco lo creo… pero al menos hasta que no lo aclaremos tengo mis dudas- dijo Ginny
- pues háblalo con él, pregúntaselo… tienen que empezar sin mentiras –dijo Hermione- pero primero saca a Dean de sus vidas
- Así lo hare- dijo Ginny
-Señora- dijo Wicky tocando en la habitación de Ginny
-Si Wicky pasa- dijo Ginny
-Abajo se encuentran los señores Longbottom- dijo Wicky- dicen que saben que su visita es improvisada, pero que desean pasar la tarde con usted y el señor
-Enseguida bajo- dijo Ginny- Wicky por favor llama a Harry y avísale de la visita
Ginny sabía que los Señores Longbottom eres grandes empresarios interesados en invertir en un negocio que Harry les había propuesto. Para ellos era importante la familia, por tanto tendría que fingir un gran matrimonio feliz. Sonrió. Eso no sería nada difícil.
-Buenas tardes- dijo Ginny- Sean bienvenidos, Yo soy Ginny Potter
-Mucho gusto señora Potter- dijo el señor Longbottom- mi nombre es Neville Longbottom y ella es mi esposa Luna Longbottom
-El gusto es mío- dijo Ginny- pero siéntanse como en su casa, les ofrezco algo de tomar, café, té o lo que gusten
-Gracias. Con te está bien- dijo Luna
-bueno… usted se preguntara a que se debe nuestra visita- dijo Neville- pero mi esposa me ha insistido tanto en conocerla a usted que no pude negarme
-Es muy agradable que nos visitaran- dijo Ginny
-Esperamos no incomodar- dijo Luna
-claro que no, son bienvenidos- dijo Ginny
-Nos imaginamos que Harry no se encuentra- dijo Neville
-Así es… en este momento está en su oficina- dijo Ginny- pero ya le avise y viene enseguida
-No queremos importunar- dijo Luna
- no claro que no – dijo Ginny- ustedes son bienvenidos cuando gusten
Así transcurrió la tarde, Ginny se hizo cargo de la situación sin ningún problema, simpatizo de inmediato con los señores Longbottom y terminaron en una plática muy agradable.
Harry no tardo en llegar, al ver a Ginny riendo con sus futuros socios se sorprendió, el imaginar que de verdad pudieran ser tan feliz como se veía ahora hacia que sus esperanzas renacieran.