-hola Harry ¿estas ahí?
-sí, aquí estoy
-será mejor que tomes el primer vuelo y...
-no iré
-¿Qué?
-que no iré a ver a nadie- dijo Harry
-Pero es tu hijo
-ese hijo no es mío
-claro que lo es. Si lo vieras
-no me interesa verlo
-si no vienes te vas arrepentir
-si solo hablas para eso no pierdas tu tiempo
-está bien. Pero por si te interesa fue niño, y esta hermoso. Se llama James Sirius hermoso nombre ¿no crees?
-adiós Sirius
Harry colgó, le daba miedo ir y verlo, porque entonces le dolería el alma al comprobar que Ginny tenía un hijo con Dean Thomas
Un mes después del nacimiento de James, Ginny se encontraba en la habitación de la mansión Wesley. Todos ya conocían al nuevo miembro de la familia Wesley.
Sirius y Remus visitaban continuamente a Ginny, estaban maravillados con el enorme parecido que tenia con su padre. Ahora después de un mes era claro que los ojos de James eran dos hermosas esmeraldas como los de su padre.
A pesar de que Ginny ya había sido informada por su abogado el asunto del divorcio, decidió reponerse del parto y ya después arreglaría con Harry su separación definitiva.
Harry no podía quitarse de la mente imágenes de Ginny con Dean adorando a ese niño, no quería regresar, pensaba que mientras más lejos estuviera, el dolor era menos.
Sirius y Remus le habían insistido en varias ocasiones que regresara a conocer a James, pero el definitivamente no accedía.
-Estas seguro que la única forma- dijo Remus
-Lo hemos intentado todo- dijo Sirius
-Sabes que se va a molestar- dijo Remus
-Me importa un demonio- dijo Sirius- después me lo va agradecer
-¿y porque no le llamas tu?- pregunto Remus
-porque no me va a creer a mi- dijo Sirius
-No sé, nunca me ha gustado mentirle- dijo Remus
-hazlo por James- dijo Sirius
-Está bien, pero cuando se dé cuenta de la mentira tú serás el responsable- dijo Remus
-Sí, si…. Anda márcale- dijo Sirius- y pones el alta voz
-hola
-hola. ¿Harry?
-sí. ¿Remus?
-sí. No te molestaría si no fuera necesario
-¿Qué pasa?
-primero que nada ¿Cómo estás?
-bien y tu
-bien. Como te decía…. Siento molestarte pero esto es urgente
-habla de una vez
-es que hay un problema en la empresa. Urge tu presencia aquí
-¿Cómo? No creo que sea necesaria mi presencia
-hay un problema con uno de los contratos. Y los inversionistas quieren que tú lo arregles personalmente
