Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Empiezo con este poema de Machado para hablar del destino. Interpreto que aquí lo que nos quiere decir es que no existe el destino, que no hay nada planificado para nosotros sino que somos nosotros mismos quienes decidimos que camino tomar. ¿Pero esto es del todo así?
Os pongo un ejemplo. Un chico cuyo padre y abuelo han sido profesores, ¿Quiere esto decir que el vaya a ser profesor? ¿Es ese su destino? Pues en este caso yo diría que no. Evidentemente puede estar influenciado por ellos pero no quiere decir que le vaya a gustar lo mismo. Puede darse el caso, pues claro pero no quiere decir que su destino haya está decidido desde el principio.
El futuro es incierto, desconocido y como dice Machado son nuestras huellas las que hacen el camino. Pero, sin embargo, yo pienso que a lo largo de todo el día se nos presentan varias situaciones, momentos en los que si nos fijaramos e interpretaramos correctamente podríamos darle un sentido y darnos cuenta de que a lo mejor se nos está queriendo hacer saber algo.
Por ejemplo, yo hoy he perdido 20 euros pero al dar la vuelta a atrás les he encontrado. Cada uno en una situación como esta podría interpretarlo de una manera pero para mí en este caso entendí que me quería decir que algo que he perdido recientemente (amor, amistad...) puedo volver a recuperarlo o puede volver a aparecer dentro de poco.
Puede parecer algo descabellado e incluso contradictorio. Y es verdad que no tiene mucho sentido, que a lo mejor a esto no se le puede llamar destino pero creo que el mundo de una manera u otra siempre nos está diciendo algo, anticipando algo. Tampoco estoy hablando de supersticiones como tener mala suerte por haber visto un gato negro, sólo que ha veces hay detalles que pasan inadvertidos y que la mayor parte de las veces tienen más importancia de la que creemos.
Habrá casos en los que coincida lo que hemos interpretado con lo que pase y otros en los que no pero en cualquier caso y aunque son nuestras huellas las que hacen el camino, siempre hay que fijarse en las pequeñas piedras porque no nos damos cuenta de lo que quizás hemos perdido.
