Las injerencias e inherencias del hilo rojo del destino [NaruSaku] [✓]

Capítulo X - Sentimientos

—Que tonta soy— se dijo para ella y para la de Kumo —Naruto nunca me va créer, no creyó antes menos ahora— exclamó apretando con su mano su ojo en su cuenca

—Ya entendí— dijo un poco contenta por qué Sakura se diera cuenta —Tal vez son esas cosas que nunca pasarán ¿No?— preguntó con una sonrisa

—¿De qué habla?, Estamos casados y él no me cree, ¡Claro que no pasará!— gritó un poco desesperada la médica

—No lo sé pero pareces un poco desesperada, como...— expresó y después aclaró su garganta —...como si tú te estuvieras tratando de convencerte de creerlo—

—Eso no es cierto, lo que dije es mentira— enojada aclaró

—Yo te creí, una persona que no sabe el sabor de la libertad...—

—Yo lo sé— dijo con un poco de pena —Por fin pensé en mí, sin ninguna obligación y solo fuí tratada como cuando dije la más fuerte mentira que he dicho—

—El amor tampoco se da al mismo tiempo— dijo la de ojos rojos al ver al cielo —El hilo solo proclama a dos personas que se necesitan el uno al otro, no siempre debe existir un amor, no tuviste nunca que decir lo que dijiste—

—Pero lo dije, aunque...— Sakura miró al suelo con la mirada un poco triste —Creo que ya se lo que sintió él, he sido mala con Naruto—

Hanon le sonrió —Tenemos que arreglarlo—

—¿Qué dijo?— confundida dirigió sus ojos de verde jade a la de cabello grisáceo

—Arreglarlo— replicó con calma

—¿Cómo?— preguntó la aún Uchiha

—Cuando ví la bufanda ví un cabello, creó que...— se quedó un pequeño lapso de tiempo sin hablar y prosiguió —Con el cabello de esa peli-roja— contestó

—¿Está hablando de la mamá de Naruto?— interrogó la peli-rosa

—Creo que es esa misma, si mal no recuerdo ella se llamaba Kushina— dijo la de ojos rojos haciendo memoria

—Pero ella desafortunadamente murió— declaró la oji-jade

—Si lo sé, pero uno de sus cabellos está en la bufanda, si tan sólo lo tuviera podría arreglar su hilo antes de que algo malo suceda— explicó la de Kumogakure

—¿Que haremos?— cuestionó la oji-jade

—Conseguir el hilo y amarrando su dedo meñique de su mano izquierda a tu meñique— ideó la señora

—Pero ¿No estaremos obligando a nuestro destino?—

—No, el destino son cosas que pasarían gracias a nuestras decisiones, si tú le hubieras dicho tus verdaderos sentimientos a el Hokage estarías con él, aún que los hilos estuvieran entrelazados en la bufanda de la chica sumisa esa—

—Entonces lo único que ganaría es evitar que Naruto siga perdiendo energía— dijo al verla a los ojos —¿Eso es lo que tenemos que arreglar?—

—Sí, pero el resto depende de tí— contestó al igual mirando a la Uchiha

—No se preocupe con lo primero es suficiente, no quiero que Naruto pierda más energía que la necesaria, su bienestar es lo más importante— pronunció con seguridad —Pero señora Hanon ¿No tomó la bufanda?—

La de cabello gris se golpeó la cabeza —Que torpe soy, la olvidé en la casa del rubio, por estar hablando con el Uchiha—

—¿Qué habló con Sasuke-kun? ¿Qué sabe él?— preocupada soltó esas dos preguntas