El jueves en la escuela, Alex ya me alucina de lo insistente que me he puesto porque me presente a Elena, pero él solo se rehúsa a decir que aun no es el momento. Me emociona saber que al menos mi mejor amigo puede tener una vida amorosa feliz y normal. Lo cual es triste teniendo en cuenta mi situación. Steve y yo no hemos hablado desde el día en que me dejó en mi casa. Y no es que no haya pensado en eso, o en él, pero mas bien como que lo estoy evitando. Cada pensamiento relacionado con Steve, termina en un escalofrió por toda mi espalda debido a aquel beso. Decir que no besa bien es nada mas que una ofensa. Él sabe cómo besar.
"...y por eso uno nunca debe decir eso en voz alta o podría arruinar tu reputación". Escucho a lo lejos. "Bri, ¿me estás escuchando? ¿Dónde tienes esa cabecita?" me dice Alex, dándome un empujón en la cabeza con su dedo.
"En ningún lado. Solo pensaba".
"Aja... ¿en qué exactamente?" dice entrecerrando los ojos, como si fuera un sudoku o algo.
"En tonterías" digo, encogiéndome de hombros, pero aun me mira sospechoso. "¿Sabías que para 2030 el calentamiento global será irreversible? Es decir, piensa en la extinción de este planeta pronto. Adiós animales, adiós plantas, adiós humanos, adiós tu y yo. Resulta deprimente" balbuceo para cambiar de tema. Aunque aun me mira raro. Obvio no me cree.
"Pues un placer haber compartido esta miserable vida de extinción y muerte contigo" responde, aceptando el cambio de tema.
Entramos a la cafetería y nos sentamos en una de las mesas. Normalmente compartimos mesa con otras personas, amigos de alguna clase o dos, no realmente cercanos e íntimos como yo y Alex, pero así la mesa no se siente tan vacía. Otras veces, solo somos yo y Alex. Hoy toca compartir. Un chico llamado Bruce se sienta junto a mí y empieza a hablar de un examen que tuvimos la clase pasada. Afortunadamente para mí, tuve suerte de heredar la inteligencia de mi madre y estoy segura de aprobar.
Saco mi lunch de mi mochila y me meto un trozo de manzana a la boca mientras los escucho conversar. No tengo tanto interés como para unirme y aportar, pero es bueno escucharlos quejarse.
"Obviamente Bri no es alguien que deba preocuparse, ¿cierto?" me dice Bruce mientras me jala en un abrazo incómodo.
"Supongo que no" respondo, encogiéndome de hombros para alejarme.
"Oh vamos, no hay que ser tan modestos. ¿Sabes qué me podría venir bien? Unas clases particulares" me insiste, acercándose de nuevo a mi y con una sonrisa que, en lo personal, me perturba.
Busco a Alex con la mirada y mi cara de asco. Ayuda le digo moviendo los labios.
"Lo siento, Bruce, su agenda está llena con mis clases particulares" dice mientras extiende una mano para separarlo un poco de mi y luego le guiña el ojo.
Miro por un momento a Bruce y lo veo casi perplejo. Hasta que abre de nuevo la boca con un oh.
"Cielos. ¿Cómo es que nunca se me ocurrió?" dice dos tonos más alto de lo normal y con los ojos muy abiertos. "Claro. Tu y Alex. Debimos saberlo". Todos los de nuestra mesa y algunas otras nos miran. Genial.
Miro a Alex y está mirando a Elena a dos mesas atrás. Y de repente, otra mirada me perfora. Steve. Esto está mal.
"No. No, no y no. Te equivocas, Bruce. Alex y yo no somos más que amigos. Siempre hemos sido mejores amigos y siempre lo seremos. Solo eso. Y si vuelves a insinuar algo más, espero que estés dispuesto a arriesgar esa boca" casi grito.
"Wow. No sabes lo mucho que me pone que me hablen así". Creo que estoy a punto de vomitar.
Y sin más, Bruce desaparece de mi lado. Y no se va. Se cae de espaldas. Steve en algún momento ha atravesado la cafetería y se le ha lanzado encima. Ahogo un grito mientras veo a Steve sujetarlo por el cuello de su playera. Qué demonios.
"Veamos si te pone la paliza que te voy a dar por hablarle así" gruñe Steve. Casi parece poseído por algún monstruo o algo. Jamás lo había visto ponerse tan iracundo.
"¿Celoso, Cross? ¿O es tu nueva forma de ligarte a las chicas? Me agrada que te actualices" ríe Bruce. ¿Este chico acaso es masoquista o quiere morir?
Steve gruñe de nuevo y decido actuar. Me agacho por detrás de él y toco su espalda con mis manos.
"Déjalo ir, Steve. No vale la pena" le susurro, lo mas calmada posible. "Vamos" lo jalo ligeramente y él lo deja ir.
Alrededor de nosotros todos nos miran. Todos. Incluso los chicos de la esquina, como Daniel Atkinson. Que vergonzoso. Steve parece apenas darse cuenta mientras enrosca su mano en mi muñeca, toma mis cosas y salimos de la cafetería. Lo ultimo que veo es la cara de poker de Alex. Tengo mucho que explicar.
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¿Y si el amor no es para mí?
Teen FictionToda mi vida pensé que el amor sería algo hermoso. Que lo más hermoso que había en esta vida era el privilegio de poder amar a alguien y ser amado. Pero nunca pensé que el amor vivniera acompañado de un poco de dolor. Empiezo a pensar...¿y si el am...