Capítulo 6

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El resto del día me dedico a dar vueltas por la escuela. Justo cuando dejo a Steve en el pasillo de la escuela riéndose de mí no-tan-tonto comentario me dirijo a el patio de la escuela. Me siento debajo de un árbol para que los delicados rayos del sol no me toquen, pero si un poco de viento. Abro mi mochila que se encuentra a mi lado y me dispongo a hacer un poco de tarea. Ñoña.

Por desgracia no llego muy lejos ya que me empiezo a frustrar al no entender ninguno de los problemas de matemáticas. Rendida, suelto un suspiro y abro la mochila para guardar mis cosas.

-Hey, jamás te tome por una chica rebelde- dice una voz a mis espaldas. Me giro repentinamente sorprendida por la voz. Justo ahí, parado con esa postura superior, el mentón en alto, el cigarro entre los dedos, una mano en el bolsillo de sus oscuros jeans, y el cabello alborotado, esta Daniel Atkinson.

-Eh... ¿qué?- Esto es raro.

-¿No escuchaste?- me mira como si fuera idiota. Genial. -¿Que qué haces aquí?- pregunta de nuevo pero con un deje ligero de desesperación en su voz.

Nadie me habla así.

-Que te importa-. Cierro mi mochila, me pongo de pie, me la cuelgo al hombro y paso por su lado.

-Oye calma pequeña chica ruda. No hay porque agredir-.

Dejo de andar y me doy ligeramente la vuelta para verlo. Tiene una mano en el pecho justo sobre su corazón y una sonrisa burlona en la comisura de sus labios. Idiota. Giro la cabeza al frente mientras ruedo los ojos para alejarme del chico que se ríe ligeramente a mis espaldas.

Dos veces en un día no debería de estar permitido.

Sin un rumbo fijo, me dirijo hacia algún lugar. Al parecer termino en el gimnasio de la escuela donde hay algunos chicos jugando basquetbol. Sin encontrar nada interesante que ver ahí, doy media vuelta y me dirijo a otro lado.

Doy más vueltas de las que puedo contar por toda la escuela cuando por fin suena la campana del receso. Me encamino hacia el comedor y luego a la fila para pedir mi almuerzo. Poco a poco, la cafetería de va llenando de estudiantes. Unos riéndose con su grupito, como Marie, otros atléticos que se ríen mientras comen frutas y verduras, otros ñoños que se sientan en la esquina del fondo para no ser notados, los raritos en la otra esquina conversando de alguna cosa sin sentido, los inteligentes con tazas de café en mano, y luego yo dirigiéndome a una mesa vacía.

Suelto la charola que he tomado con mi almuerzo y me siento dejando caer la mochila a mi lado.

-He tenido una falta y tu ni te has aparecido- dice Alex mientras se sienta a mi lado con su charola enfrente de él.

-No he entrado a clases- respondo, encogiéndome de hombros.

-¿Por qué?- pregunta con una ceja alzada.

-Porque no tenía ganas- respondo volviendo hacia mi comida. No la he comido, pero empiezo a tocar la gelatina con la cuchara para distraerme.

-¿Solo por eso?- pregunta de nuevo.

-Si- respondo mirándolo a los ojos.

-Ah ya- dice girando hacia su comida mientras suelta un suspiro. -Creí que tal vez te habías ido con Steve. Supongo que me equivoque- dice torciendo una comisura de su boca.

Suelto un suspiro. -Me sacó de clases. Pero luego me fui. No estuve con él si eso es lo que te preguntas-.

-¿Entonces porque no me dijiste eso cuando te pregunte la primera vez?- Sigue mirando su plato mientras también juega con su gelatina como yo antes.

¿Y si el amor no es para mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora