Strange masajeaba los finos cabellos oscuros del filántropo, el aroma floral invadiendo el cuarto al igual que el vapor adornando la cerámica por el agua caliente de la bañera, las burbujas de jabón ganándose todo el espacio, hasta por encima de ambos, cubriéndolos de la total desnudez; la música sonando con el volumen perfecto, sin interrumpir.
—¿Por qué estoy aquí? —Anthony aún no comprendía, absolutamente nada, está aturdido, confuso y reprimido, amaba a Stephen con cada partícula de su ser, añoraba los instantes insignificantes unidos, sencillos, efímeros.
—Porque te amo —escuchó, inhalando profundamente por la respuesta.
—No te comportes como un verdadero idiota, y dime, ¿por qué estoy aquí?
Iron man giró el cuello para visualizar encima del hombro al cirujano, encarándolo. Las manos detuvieron su movimiento, y ajeno al reclamo, Vicent le brindó un beso esquimal al más bajo, diariamente no solía ser dulce, sin embargo, conociendo el futuro: quería aferrarse, amarlo, y disfrutarlo lo que pudiese antes de la última guerra.
—Esa canción.
—Nuestra canción —corrigió, tras un sonoro quejido por la intriga rondado como un depredador dentro de su mente.
—No puedo decirte más de lo que aporte, son hechos que sabía supondrías, eres un genio, con un haz bajo la manga en todas las situaciones que lo enfrentan...
—Soy un genio pero, también soy un humano, tengo mis miedos, mis inseguridades, mis demonios, son contadas las personas que lo entienden, y... ¿Qué haré si los pierdo también? Ya te perdí a ti, al niño, Vis, ¿Pepper? ¿Harley? ¿Rodhes? ¿Happy? ¿y si fallo, y los pierdo? ¿sí cuándo regreso no quedó nadie? ¿de dónde sacaré fuerzas, Stephen?
El hechicero besó la nariz, descendió a los labios y sobre ellos habló;
—Sacarás fuerzas del grandioso corazón que posees, de los momentos valiosos que compartiste con todos los que amas, y te aman —acomodó un mechón pegado por la resbaladiza agua en la frente de la resplandeciente piel morena—, todos perdimos, yo perdí a mi familia, a mi antigua amiga, mi santuario.
—¿Sabes? ya no hablemos de pérdidas —con nerviosismo volvió la vista al frente, oyéndose una estruendosa carcajada del doctor.
—¿He percibido celos, Stark?
—¿Celos, de quién? —rodó los ojos, sintiendo los húmedos dedos proporcionando masajes en la espalda con dedicación.
—Christine, la nombre, y repentinamente, se esfumó todo sentimiento en el ambiente.
—No estés pasándote de listo porque me rendiré, y te voy a dejar que te pudras en la dimensión esa que dices, sólo porque el mago de cuarta quiso hacerse el gracioso. Escribiré en tu piedra: aquí yace Stephen imbécil Strange, el mejor mago de globos con animales en todo el mundo. Y pondré una bolsa de arena de gato dentro de la tumba de forma simbólica.
—Eso es estúpido, animal.
—Oh no, no lo es, cuándo me dices que estoy celoso de una mujer que dijiste que está muerta, por dios.
—Puedo manipular nuestra realidad, y reemplazarte...
—No te atreverías —sentenció molesto, haciendo que Strange se mordiera la lengua para no reír.
—¿Quieres apostar, Tony?
Lo sintió encogerse de hombros—. La humanidad estará bien con un mago menos.
—Tony viudo Stark.
—Stephen polvo Strange. Hay una canción de Queen que podría dedicarte en éste preciso momento.
—Jugaba a esto con Billy todos los días en el hospital, déjame adivinar —meditó, falsamente, cerrando los párpados en una pausa silenciosa, agregando suspenso—. Another one bites the dust, escrita por el bajista John Deacon en el año 1979, y lanzada en el año 1980 siendo un éxito del disco The Game.
—...
—Es imposible haberme equivocado.
—Te odio.
—Me amas.
—Me amo.
—Te amo.
Una genuina sonrisa apareció en los labios del millonario, quién decidió levantarse sin medir palabras, bajo la atenta mirada de los ojos hipnóticos del cirujano, se acomodó sentándose sobre el regazo de su pareja, recibido por los largos brazos, amoldándose perfectamente contra la delgada figura.
—Demuéstrame cuánto me amas, recuerdame como es sentirse pleno y invencible, armame como un rompe cabezas, motivame a continuar vivo.
Los brazos de Anthony rodearon el cuello del más alto, uniéndose en un desbordado beso en amor y pasión, con una aceptación muda para entregarse, cuántas veces sean necesarias, al menos para cicatrizar la herida momentáneamente.
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A world like that ; Ironstrange.
Short StoryEstando a la deriva en una particular nave, repentinamente, Stark despierta en un sitio reconocido entre los brazos del famoso hechicero supremo; una horda de sucesos lo sumergirán en el tiempo, ajeno a los planes de Strange. ❝Po...