_narra Diane_-¿tu no eres la propietaria de la joya verdad?-
Pude sentir como mí corazón empezaba a latir muy fuerte y mis nervios no me dejaban pensar, intenté varias veces responderle de forma coherente pero mí intento fue en vano.
Me mordí el labio superior con dificultad, tapando mí boca con unos cuantos mechones de pelo para poder negar con la cabeza.
El muchacho de cabello castaño mantuvo una mirada penetrante en aquellos minutos, convirtiendo el silencio en un aire bastante pesado que me provocaba un sentimiento de incomodidad.- dime a quién le pertenece la joya...-pregunto con un tono seco para romper el silencio.-
Aquellas palabras provocaron que mi respiración acelere, sintiendo como mis gotas de sudor resbalaban por mi frente. Quería responderle pero no podía articular bien las palabras lanzando varios gemidos que se quedaban dentro de mi garganta.
- sin comentarios...- dije con dificultad.-
el se quedó en silencio por unos segundos, su expresión mostraba desinterés por lo había dicho en ese momento.
- que pena...- dijo con sarcasmo.-...pensaba que me ibas a ser útil.-termino de decir midiendo sus palabras.-
¿uh?¿qué acaba de decir?¿acaso el...no está satisfecho con mí respuesta? mis pensamientos eran bastantes confusos, mí cabeza me empezaba a doler y mí cara se estaba poniendo cada vez más pálida.
Cambié la posición en la que se encontraba mí esqueleto, mejorando mí postura con la intención de no verme vulnerable.
Pero aquella expresión que el castaño mantenía en su cara me hizo sentir insegura, el al parecer se dio cuenta de eso mostrándome una sonrisa sonrisa sombría mientras que sus pupilas se dilataban.
Yo con dificultad mire cada movimiento suyo, agarrando con su mano izquierda la manija para abrir la puerta del vehículo en el que me encontraba, cerrando esta con un golpe que hizo reaccionar todos los nervios de mí cuerpo.
Me quede inmóvil por unos segundos, esperando a que las sombras de los hombres ya no sean visibles con la intención de escapar. Al poner mis manos en la puerta pude sentir un escalofrío, mí cerebro en ese momento le mandaba señales a mí cuerpo para que no siga con esta idea absurda, pero ya era demasiado tarde.
Cuando abrí un poco la puerta mire por unos segundos el área para saber si era seguro escapar, mis pensamientos ya eran positivos y mí cuerpo me estaba reaccionando con facilidad al liberar los nervios que antes me consumían, hice una respiración profunda al darme cuenta que otras manos movieron la puerta para dejar entrar unos rayos de sol que molestaban la vista de cualquiera.- vaya no pensaba que ibas a tener agallas para intentar un escape.-
mí mandíbula empezó a moverse en el intento de que algunas palabras salgan de mí boca reseca.
- sabes...- dijo con un tono tranquilo mientras agarraba con su mano derecha mí mandíbula, haciendo que mí mirada se enfoque en su expresión sombría .-nunca me pareció justo encerrar a alguien sin darle una oportunidad a que se defienda..- dijo el hombre de un largo cabello rojo.- espero que me entretengas.- termino de decir separando su palma de mí rostro.-
yo al dejar de sentir la fuerza de sus manos decidí retroceder con dificultad al encontrarme todavía en los asientos del auto, mí cuerpo empezó a reaccionar de forma negativa derramando varias lágrimas que se resbalaban por mí cara.
-¿que acabas de decir?- dije con un nudo en la garganta.-
- Dije que...- se quedó en silencio por unos segundos, agarrando con su mano la punta de mí oreja para susurrar unas cuantas palabras.-... quiero que me muestres de que sos capas, espero que valores mí buena intención.- termino de decir para luego mantener distancia.-
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kiane ┋ matame con tu amor
Casuale'la joven de cabello castaño estaba cansada y lo único que la animaría serían aquellos brazos desnudos de su amor no correspondido' esta historia de amor no es como las demás