Lovely things

Regalo de aniversario.

#OQPromptParty2019

Este One-Shot se me hizo súper cute y me dio mucha risa, disfrútenlo tanto como yo.

Regina se sorprende cuando Robin le da como regalo un gato/perro.

Era su aniversario número tres y Robin no tenía idea de que regalarle a su esposa.

Sí, él le había pedido a Regina que finalmente se casara con él después de vivir todos aquellos sucesos aterradores como perderse el uno al otro, sufrir más de dos maldiciones y, por supuesto, evitar el trágico suceso de su muerte.

Zelena llegó momentos antes de que Hades pudiera disparar el rayo, la pelirroja lo persuadió y así fue como logró quitarle el rayo. Aún se puede sentir como si fuera ayer –la ahora reina de United Realms solía despertarse exaltada en busca del ladrón, que, claramente había estado dormido junto a ella todo el tiempo–

Ella lo asesinó, por Regina e incluso por él.

Y Robin, aunque con un poco de resistencia, poco a poco fue entendiendo que, si Zelena no hubiese llegado a tiempo probablemente él o su alma gemela estarían muertos.

Gracias a la valentía de la ex-malvada bruja del Oeste, todos estaban teniendo un final feliz.

Realmente no importó que volvieran a encontrarse en una nueva maldición en Hiperyon Heights, no cuando al final de todo, Robin y Regina seguían juntos.

No cuando el líder de los Merry Men's tuvo la ficha de cuidar a su hija Margot, Roland y por supuesto, ver a Henry crecer.

Todo había sido maravilloso y realmente como siempre soñó, era feliz junto a su amada tanto como ella lo demostraba.

Pero todo el tiempo hizo falta algo, nunca había pensando en la propuesta de matrimonio. Él y Regina se habían sentido tan cómodos el uno con el otro que realmente ambos lo habían olvidado.
Aunque aparentemente en la mente de la morena solían llegar anhelos de ese tipo.

—Me gusta tu apellido, deberías darmelo. —ella soltó junto a una pequeña risa mientras estaban en el sofá y Robin mantenía su brazo al rededor de su cintura.

Robin se sorprendió por esa petición, nunca había pensando que a su alma gemela le gustaría portar su nombre. Aunque claramente la única forma de hacerlo era...

—¿Me estás proponiendo matrimonio, cariño? —su tono fue adornado con una risa pequeña, pero a Regina eso no le pareció bastante bien.

Ella instantáneamente se puso erguida e inhalo.

—Regina...

—No. —dijo, pero se arrepintió. —Yo solo...

—Cariño, mírame. —el ladrón pidió hasta hacer que ella lo mirara, pero tenía sus ojos conteniendo lágrimas a punto de ser derramadas. —No tienes porque llorar, te amo y, además realmente me quiero casar contigo. —confesó acariciando sus mejillas hasta que sus pulgares secaron las lágrimas que finalmente cayeron.

Se habían dicho aquellas palabras antes, pero sin duda esta vez sonó especial y, le hizo saber a la alcaldesa de Storybrooke que uno de sus sueños finalmente se haría realidad.

—Yo también te amo y también me gustaría casarme contigo.

Había sido algo que hablaron ese día, pero no tuvo que pasar demasiado tiempo antes de que Robin pudiera proponer como era debido, había una fogata, comida y el hermoso anillo que había adornado su mano toda la noche –y nada más que eso, pues habían hecho el amor, Robin, la complació más que nunca–, fue especial, definitivamente lo fue.