Kibum sonrió mientras contemplaba el cielo, se encontraba sentado en la vieja banca del hospital, tenía un rato al aire libre y lo aprovechaba quedándose sentado contemplando el cielo que a ratos estaba gris y a ratos azul. Aferró con un brazo el cuadro de la fotografía de su amado Minho.
—Tus pastillas. —El enfermero que estaba a cargo de Kibum se acercó a él y le tendió un pequeño vaso donde se encontraban dos píldoras blancas— Sin trampas.
Kibum tomó el contenedor y vertió las pastillas en su boca, permitió que su cuidador revisara que habían sido tragadas y fue dejado solo de nuevo. El efecto fue relajante, suspiró ignorando que el lugar estaba bastante vigilado, en cualquier momento si le daba un ataque iría de inmediato un enfermero y le inyectaría un calmante, pero eso no sucedería, Key había aprendido a calmarse poco a poco, eso creía, la verdad es que no recordaba cuando le daban ese tipo de ataques.
—Lo he perdido todo, he intentado escapar de mi realidad y no puedo. —Ladeó el rostro para apreciar la foto de su novio— ¿Por qué no has venido a verme? Ya debiste haber vuelto de Japón, ¿qué día es hoy? —Frunció el ceño y se levantó para acercarse tímidamente al enfermero a cargo— ¿Sabe qué día es hoy?
—Cinco de julio, domingo.
—No puede ser. —Kibum se peinó los cabellos con una mano— Hoy vuelve mi novio de su viaje, debo ir al aeropuerto, ¿sabe dónde estoy?
El enfermero guardó silencio, le daba tanta lástima ver a un joven hermoso en tan mal estado mental.
—¿Dónde estoy? —Exigió saber— Si Minho no me ve en el aeropuerto él... —Su vista bajó al cuadro y con confusión observó la foto— él... está muerto.
Kibum quedó unos segundos en blanco, negó lentamente alzando la mirada al cielo; carcajeó al recordar que Minho ya no estaba con él.
—Sí, que tonto soy, lo siento mucho. —Tras una suave inclinación, Kibum se giró sobre sus talones y volvió a su banca donde abrazó por completo el cuadro sin dejar de sonreír— ¿Cómo es el cielo? ¿Es esponjoso? ¿Minho? ¿Me extrañas? Yo sí, ¿Dónde estás? —Limpió sus lágrimas y se disculpó— Lo siento, es solo que cuando pienso en ti, las lágrimas brotan solas.
Calló de golpe. Dos semanas sin él y ya no sabía en qué día estaba, dos semanas y su realidad se había doblado tanto que no era consciente de que mezclaba el pasado con su presente, creía que Minho seguía de viaje y él solo estaba en ese lugar para relajarse mientras lo esperaba.
Por la tarde se dedicó a picar las zanahorias con su cuchara, frunció los labios porque era su vegetal odioso, arrugó la nariz al ver que el odioso color naranja opacaba los demás colores claros y calmos.
—Mucho naranja desvía el atractivo principal. ¿Verdad?
«Come Bummie, te pondrás feo»
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Una vida color: Key «MinKey»
FanfictionCon el fallecimiento de su novio, KiBum pierde todo color en su alma y corazón, sin embargo lucha para salir adelante, en su camino conoce a TaeMin, quien pintará su vida de nueva cuenta, empezando su lienzo desde el negro marchito hasta el blanco p...