Kibum yacía sobre su cama, afuera el día era gris, las gotas impactaban contra el frío cristal, el silencio solo era interrumpido por el sonido del constante gotear y de los rayos crujiendo contra el suelo, pero pese a ello, Key no se movía, habían pasado dos días desde que su soledad se extendió por toda la habitación, no había motivos ni para vivir.
—Quiero estar contigo Minho, lo deseo. —Abrazó la fotografía que tenía de su novio, era la única en donde salía su moreno de cuerpo completo con su uniforme de fútbol.
Cerró los ojos intentando pensar en una manera de ir a donde estaba su amado, sorbió su nariz y se levantó con la pesadez en su cuerpo, retuvo el cuadro con la fotografía y abandonó la habitación, caminó lentamente hasta bajar los escalones e ir directamente a la cocina.
—Esperaba verte cuando fuese mi graduación, quería tomarme una foto contigo como lo hiciste tú cuando saliste de la preparatoria —Kibum suspiró contemplando desde la pequeña ventana de la cocina hacia el cielo gris— , sigo pensando que eres un bastardo egoísta, lo eres, te desearía la muerte pero mejor me muero yo. —Sonrió con la mandíbula tensa, había lágrimas y una nariz irritada— El cielo te reclamó antes porque eras el mejor, te arrebató de mis brazos porque era poca cosa para ti.
Limpió sus lágrimas con la manga de la sudadera escolar, no se arrepintió ni sintió miedo alguno cuando sacó de un cajón un cuchillo filoso, tampoco se estremeció cuando deslizó la yema de su dedo por la hoja y este comenzó a sangrar, fue un pequeño pellizco que apenas le hizo sentir el dolor de saber que estaba vivo.
—No debiste irte, no debiste dejarme solo.
Abandonó la fotografía, la dejó olvidada, comenzó el vals que lo llevaría directo a buscar a su amado, Minho era egoísta al haberse ido y Key también lo era por desearlo de regreso, entre la vida y la muerte se fue balanceando, se entregó por completo mientras el cuchillo se abría paso entre su piel y las venas, sonrió victorioso al recordar cómo fue que Minho y él se habían conocido.
«No Kibum»
Pero fue muy tarde, Key había clavado el cuchillo y dejó que la sangre abandonara su cuerpo. Con una sonrisa cerró los ojos, creyó haber escuchado la voz de su novio pero era una locura, él ya estaba muerto. Cayó al suelo y se abrazó a la muerte, necesitaba verlo, necesitaba abrazar a su amado de nuevo, lo quería y añoraba tanto que deseaba morir ya.
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Choi era un romántico amante de la fotografía. Un chico sonriente y lleno de energía, aquella tarde de septiembre había decidido capturar las flores y las hojas que comenzaban a perder su color para abrir paso al otoño y prepararse para el invierno. Los aires comenzaban y era necesario usar algo abrigador para no resfriarse. Con la ayuda de su tripie flexible logró capturar las mejores fotos en el hermoso parque de Seul, estaba concentrado en las imágenes hasta que su lente enfocó algo que le llamó la atención, hizo un acercamiento y tomó la foto.
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Una vida color: Key «MinKey»
FanficCon el fallecimiento de su novio, KiBum pierde todo color en su alma y corazón, sin embargo lucha para salir adelante, en su camino conoce a TaeMin, quien pintará su vida de nueva cuenta, empezando su lienzo desde el negro marchito hasta el blanco p...