Epílogo

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—¡Feliz cumpleaños Taemin! —Jonghyun y su familia recibieron al nombrado en su casa— ¡Vamos a pedir un deseo! —Habló Jonghyun

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—¡Feliz cumpleaños Taemin! —Jonghyun y su familia recibieron al nombrado en su casa— ¡Vamos a pedir un deseo! —Habló Jonghyun.

Taemin avanzó sorprendido y sonriente hacia la mesa donde se encontraba un pastel de chocolate con fresas, las altas y delgadas velas hacían ver el bizcocho como lo más hermoso de su mundo. Las luces se apagaron y las velas iluminaron su rostro sonriente.

—1...2...3...

—Sopla las velas.

«Soplemos juntos»

Taemin sopló sintiendo como alguien a su lado imitaba su acción, las velas extinguieron su luz y los aplausos hicieron eco de inmediato, el festejado observó a su alrededor, no había nadie pero lo podía sentir, sonrió sintiendo una caricia en su espalda a modo de abrazo.

«Prometí estar aquí. Feliz cumpleaños Taemin»

—Kibum...

Las luces se encendieron, Jonghyun le embarró un poco de crema batida en el rostro y Taemin rió con sinceridad al saber que su amigo había cumplido la promesa de soplar juntos las velas en su cumpleaños, disfrutó de ese día porque sabía que Kibum estaba con él y eso lo hizo feliz.

Al día siguiente, mientras caminaba tomado de la mano de su novio, su vista le jugó una bonita broma o eso creyó ya que mientras caminaban hacia la universidad, creyó haber visto a Kibum de la mano de Minho y eso le generó más confusión.

—El amor es así. —Jonghyun habló contemplando a la pareja.

—¿De qué hablas?

—Ellos, ¿no los ves?

—Sí pero... es imposible, debemos estar locos.

Jonghyun rió y negó, su novio era un niño bobo pero así lo amaba.

—No, los estamos viendo, están aquí y solo nosotros sabemos que están en este mundo por un momento.

—Pero, ¿cómo? ¿Cómo es posible que los veamos si ellos ya murieron?

—Cuando Kibum estuvo en el hospital psiquiátrico, muchas veces vi a Minho sufrir a su lado, él creía que era su imaginación pero en verdad lo veía y eso le dolía más —Jonghyun se detuvo para contemplar a la pareja de enamorados caminar sin rumbo alguno desapareciendo de sus vistas—, somos capaces de ver a quien ya no está cuando nuestra alma está rota.

—Pero tú...

—Cuando Sodam falleció creí estar loco, sin embargo cuando pudo conseguir su descanso, comprendí que hay ciertas personas que podemos ver las almas de quienes sufren o tienen una tarea especial aquí.

Taemin asintió sin comprender del todo.

—¿Ellos sufren o por qué estaban aquí?

—Estaban aquí por ti, Kibum estuvo ayer contigo y hoy se fue, asegurándose de que vinieras a clases.

Una vida color: Key «MinKey»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora