Con el fallecimiento de su novio, KiBum pierde todo color en su alma y corazón, sin embargo lucha para salir adelante, en su camino conoce a TaeMin, quien pintará su vida de nueva cuenta, empezando su lienzo desde el negro marchito hasta el blanco p...
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Kibum tomó asiento, alejado de todos, abrazando su cámara turquesa, tratando de no caer en una crisis a causa de los susurros y ofensas, no le importaba pero le molestaba que hablaran de Minho y él como si ambos estuviesen muertos.
—Hola.
Key despegó la vista de su libreta en blanco para ver hacia su costado. Un joven de piel tersa y cabello negro le sonrió. Kibum estuvo a punto de gritar porque él no tenía amigos, nadie se acercaba a él por estar loco y nadie le sonreía como su fuese un chico normal.
—Hola. —Logró decir en voz muy baja.
—Soy Taemin, me cambiaron de salón porque en el otro me aburría ser el niño raro.
—¿Raro?
—Sí, solo porque hablo solo me dicen loco pero eso no es cierto, me gusta hablar conmigo mismo, es bueno tener consejos de sabios ¿sabías?
Kibum observó hacia el resto de su salón, algunos los miraban con curiosidad y otros solo los ignoraban.
—Y tú eres Kibum, te he visto en el patio y me decía; mí mismo, debes hablarle, se ve muy solo. —Taemin sonrió y tomó asiento en la banca a su lado ignorando que algún estudiante la fuese a reclamar a futuro— Por eso estoy aquí, porque me agradas.
—Yo bueno... no, deberías alejarte de mí, soy raro.
—No tanto como yo.
La sonrisa infantil que Taemin le dedicó a Kibum hizo que su confianza se desenvolviera un poco, solo lo necesario como para no ser grosero con quien intentaba ser su amigo.
«No tengas miedo»
—Claro que no tengo miedo. —Masculló ignorando la voz.
—¿Miedo? ¿Con quién hablas?
—¿Ah? ¿Yo? Oh pues... con nadie, estoy loco.
Taemin asintió, escribió fingiendo que no había visto la mirada angustiada en su nuevo amigo, hizo un mohín y continuó en lo suyo, de vez en cuando veía a su compañero, detallaba sus facciones, sus ojeras y su descuidada imagen, contempló también como una cámara instantánea era aferrada con su mano, su curiosidad era grande pero no estaba seguro si debía arriesgarse o no a preguntar, para cuándo fue la salida recibió un mensaje y sonrió.
—Mi novio me espera, nos veremos mañana Kibum.
—Adiós. —Kibum esbozó una salida y avanzó a paso lento a la salida.
Caminó hasta ver a Taemin correr donde su novio, sonrió imaginando que así sería su vida si Minho estuviese vivo, suspiró y avanzó, sin embargo se detuvo cuando contempló mejor a la pareja de su amigo. Frunció el ceño con duda tratando de recordar donde es que lo había visto.
«Enfermero»
—¡Ah! Así que el enfermero es el novio de Taemin —asintió y avanzó hacia casa, se sentía cansado y deseaba dormir—, supongo que así debí sentirme yo, así de feliz contigo.
