Con el fallecimiento de su novio, KiBum pierde todo color en su alma y corazón, sin embargo lucha para salir adelante, en su camino conoce a TaeMin, quien pintará su vida de nueva cuenta, empezando su lienzo desde el negro marchito hasta el blanco p...
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—¡Kibum! —Taemin gritó animado desde una roca— ¡No seas flojo, apura!
El nombrado asintió, le costaba trabajo caminar, escalar y avanzar para llegar al lugar donde iría a acampar con Taemin. La primavera había llegado y con ello los sentimientos encontrados, el cansancio cada día era peor, las hemorragias nasales habían disminuido un poco, lo suficiente como para ignorar sus malestares corporales, cada mancha purpura que se formaba en alguna parte de su anotomía era evaluada e ignorada, Minho veía desde lejos, en las sombras de la tristeza como era que su gatito se iba apagando, lo consoló en sueños y besó innumerables veces su rostro esperando aliviar el dolor.
Kibum tosió y cubrió su boca con un pañuelo, ahí la sangre manchó un poco la inmaculada tela blanca, con la respiración entrecortada, guardó el pañuelo manchado y siguió avanzando hasta donde su sonriente amigo se encontraba, Taemin era un ser lleno de energía, que comparado con él, no era más que oscuridad.
—¿Es aquí? —Cuestionó con dificultad.
—¿Estás bien? Toma asiento, estás transpirando mucho. —Taemin limpió con gracia y torpeza una piedra lisa para que su amigo se sentara.
—Que amable eres. —Kibum se dejó caer, Taemin le quitó la mochila de acampar y se permitió llenar los pulmones de aire fresco.
—Key, ¿te sientes bien? parece que has hecho mucho ejercicio. —El joven retiró con sus manos el sudor que perlaba la frente de su amigo.
—Soy un poco flojo para el ejercicio, mi condición ya no es tan buena como antes, es solo eso. —Kibum sonrió creyendo en su mentira, su pecho dolía y ardía de forma inexplicable pero no diría nada.
—¡Ah! Bueno, estamos aquí, ¿qué te parece si empiezo a armar la casa de campaña?
—Me parece excelente, entonces seré yo quien vaya al río para hacer mi intento de pescar algo, ¿sí? —Kibum se levantó para buscar en su mochila lo necesario.
—De igual forma existen las sopas instantáneas, ¿sabías? no estamos en una película estadounidense.
—¡Déjame soñar! —Kibum carcajeó sacando una pequeña silla plegable— ¡Uy sí, yo soy coreano de corazón y trago ramyon para no perder el toque asiático!
—Muy gracioso ¿me río? —Taemin fingió estar molesto.
—Si quieres. —Kibum le observó desinteresado antes de reír— Haré mi intento, si no lo logro al menos habré quedado satisfecho de no haber desaprovechado la oportunidad de pescar, me ahogaré en ramen mientras lloro.
—Vale. —Taemin sonrió y se dedicó a armar la casa de campaña.
Kibum sabía que le era imposible pescar, no sabía y tampoco se arriesgaba a mojarse para atrapar un pez, si es que hubiese, en su lugar solo se dedicaría a estar a solas frente al río, Taemin era tan despistado que ni siquiera había notado que solo se había llevado una silla plegable y una bolsa con caramelos.
