Cerrar

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Eso era lo último que le toleraba al imbécil de su hermano. Si tanta perfección quería en la casa el debería de aportar también. En estos momentos se lamentaba el haberle cargado la mano a su hermano menor. Desde que salió de la casa para vivir a una propia, las responsabilidades cayeron sobre mí y lo peor de todo es que entre Brick y yo él era el más holgazán y mandón. Me rehúse a limpiar, me obligo a hacerlo más de tres veces al día, todos los días; me rehúse a hacer de comer, me obligo a base de golpes a cocinar y como sé que es un hijo de la... ni siquiera probaba la comida, solo verificaba que estuviera preparada para dos personas. Eso es un desperdicio.

Me levantaba, ordenaba y limpiaba mi habitación porque el señor perfección no tardaba en ir a verificar que todo estaba en orden. En lo que el inspeccionaba yo salía a hacer exactamente lo mismo con el resto de la casa, todos los malditos días la limpieza de la casa. Hasta me decía como debía vestir, y traer chicas a la casa. ¡Ni hablar! A la última con guantes de látex puestos la saco de los pies, como si fuese basura. Ya habían sido varias veces que le reclamaba y le amenazaba con dejarlo solo, burlón me contestaba que si acaso era mejor vivir en la calle que con él y si mi respuesta era afirmativa no tardaba en responderme hazlo como lo hizo Boomer. A diferencia de mi hermano menor no tenía a donde ir, no contaba con lo suficiente como para comprar una casa o siquiera rentar una sin que sea fuera de la ciudad debido a que la mayoría de estas estaban llenas debido a estudiantes por las universidades que se encontraban cerca.

Tragándome mi orgullo, hice la peor humillación de mi vida y le marque a mi hermano. Se hacía del rogar estuve marcando toda semana y no contestaba, hasta que le envié un mensaje explicándole todo y pidiéndole... rogándole su perdón y si me dejaba quedar a vivir un tiempo en su casa, agregue que le obedecería en lo que le dijera. Sinceramente prefiero hacerle caso a él que a Brick; al fin de cuentas termine en el acuerdo de pagarle renta por dejarme quedar con él.

Con maletas en mano llegue a la entrada de su casa, si bien es más chica que la anterior en la que viva no significaba que era peor; al contrario, se veía mejor. Le mande mensaje sobre mi llagada y me dijo donde guardaba la llave para que entrara. Él había salido por asuntos de trabajo he de admitir que mis hermanos tenían de parecido el ser trabajólicos a excepción de mí, si, la oveja negra en la familia. La casa se encontraba en absoluto silencio, comparado con el exterior con uno que otro niño jugando a la pelota en la calle. Llegue a la sala de estar donde se hallaba sobre la mesa una libreta con todas las indicaciones sobre mi llegada y que debería de hacer. Ahí vamos de nuevo.

En la lista se encontraba cual será mi habitación –la que estaba de lado a su habitación- Los días que me tocaba la limpieza, día de lavandería. Sobre la comida no había problema cada quien haría lo que quisiera ya sea para uno solo o para los dos; me recomendaba que solo hiciera para mi ¡Genial! Todo bien, todo tranquilo, diez de diez. En ese momento me llego un mensaje con una nota en la cual decía que no saliera cuando él estuviera aquí; quería cero interrupciones debido a un trabajo importante. Entendí, esa es la única condición que le importaba que cumpliera: Cuando él estuviera guardara absoluto silencio. Suspire, era muy especial en ese aspecto pero le entendía aun si el ser artista era por hobbie; se requería de su musa y esa para él era el silencio.

Otro loco en la familia.

Al día siguiente cuando fui a la cocina se encontraba otra nota. Me regañó porque no asegure la casa. Me dijo que últimamente se corrió la noticia sobre "malandros" en el vecindario.

Me dio especificaciones detalladas sobre como cerrar la casa por fuera activar el sistema de seguridad y por si fuera poco y por si lo demás no funcionaba; cerrar la puerta de la entrada por dentro incluyendo la de mí cuarto. Lo anterior entendía el por qué, ¿pero mi cuarto? Para empezar solo era una perilla no había cerrojo. Me detuve el leer hasta donde mencionaba que saldría nuevamente de viaje y esta vez no sabría cuándo regresaría. Solo vendría por la mañana para recoger algunos trajes para la tintorería; no especificó para que vendría pero lo supe cuando en su ropero faltaban varias prendas.

Bien, comparado con Brick no era nada. Acate esa orden.

Las notas dejaron de aparecer. Al fin ya hacia todo bien... creo. No, si lo acate bien; todo asegurado, No hay oportunidad malandros.

Pasaron cuatro días y aun sin noticias de mi hermano. Ahora vivir aquí lo sentía rutina. Pero solo en la casa, afuera podía hacer todo lo que quisiera. Libertad al fin.

No duro mucho esa felicidad.

Sin planes de por medio prepare palomitas de maíz, puse un película y me pase toda la tarde holgazaneando, no me había dado cuenta cuando me quede dormido hasta que su regreso en la madrugada me despertó. Solo por un cambio de ropa. Le oí decir, comprendiendo que tendría prisa lo ignore. Mentira, era demasiada mi flojera que ni me levante a verle. Solo escuche sus pasos al subir por las escaleras. La televisión ya estaba con la pantalla en negro pero no me levante, sentí más interesante saber que murmuraba mi hermano desde el segundo piso pero no lograba distinguir que decía, solo se le oía alterado. Perecía que algo importante se le había perdido, los ruidos de cosas moverse hacia más sólida mi hipótesis.

Desperté aproximadamente a las seis de la mañana, aun con la esperanza de encontrarlo. Toque la puerta de su habitación; no respondía, gire la perilla y me adentre. Todo hecho un desorden vaya forma de empezar el día, mejor regreso cuando amanezca bien, ver todas sus obras en penumbras es incómodo.

Voy a mi habitación, me acosté en la cama para descansar mejor y vuelvo a dormir. El ruido de los niños jugando en la calle me despierta, busco algo que comer pero al parecer ya no hay los suficientes ingredientes para un almuerzo-desayuno decente a las dos de la tarde.

Ya arreglado, tomo dinero, mi celular, presiono botón, abro la puerta y me encamino a la tienda. Una amable señora me atiende y al empujar la puerta, la señora me dice que jale. Solo así se abre, de lo contrario no abrirá. Así que así no se podía abrir. 

Je...

jajaja

jajaja 

que... 

divertido. 

...


Preferí rentar fuera de la ciudad.

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Palabras según ya saben quien:1,159.

Historias de Terror CortasWhere stories live. Discover now