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Estaba ahí, sentado en un banco con su móvil sobre sus piernas y los auriculares conectados, mirando al cielo.

Era él, estaba seguro, lo he visto tantas veces en mis pesadillas que me sé de memoria todos sus rasgos.

Quería hablarle y a la vez salir corriendo de allí, pero no pude hacer ninguna de esas dos cosas, me quedé completamente inmóvil mirándole, como si fuera una imaginación mía, incluso me llegué a plantear si estaba soñando, aunque sabía que no lo hacía.

Y sin darme cuenta empecé a llorar, pensando en mi pesadilla mientras mis ojos estaban clavados en su perfil.

Sollocé, no me escuchó, porque estábamos bastante lejos y aunque la calle fuese muy silenciosa tenía los auriculares puestos, supuse que estaría escuchando música.

Las lágrimas no paraban de caer por mis mejillas y no podía pararlas.

Él seguía ahí, en su mundo, pensado en Dios sabe qué.

Y sé movió.

Es hermoso tanto en sueños como en la realidad.

Dejé de llorar al verle agarrar el móvil y ponerse a teclear, limpié mis lágrimas tan rápido como pude.

Y me vio.

Mierda.

No podía moverme, él seguía sentado en el banco mirándome sin expresar absolutamente nada.

Y se levantó.

Mierda.

Quería correr lo más lejos se ahí, pero no podía, mis piernas no hacían caso a mi cerebro.

Y empezó a andar hacia mi.

Mierda.

Lo único que quería era desaparecer, no aguantaba más, en mi mente solo se reproducía la misma imagen una y otra vez, como un disco rayado.

Y empecé a llorar de nuevo.

Mierda.

Se paró, y ahí fue cuando le vi por primera vez tanto en mis pesadillas como en la realidad reflejar alguna emoción, en este caso el miedo.

Y empezó a correr.

Mierda.

En ese momento mis piernas empezaron a hacerme caso, comencé a retroceder pero antes de llegar a correr ya estaba a unos pocos centímetros de mi.

Y me habló.

-Eres tú- sus ojos estaban clavados en mí- no llores, por favor, espera- sacó un pañuelo de su bolsillo y me lo entregó.

-Gracias, tú, tú,- seguro que me veía penoso intentando hablar- tú.

-Min Yoongi- me acarició el hombro.

-Jimin, Park Jimin.

-¿Estás mejor? ¿Necesitas otro pañuelo? ¿Quieres agua? ¿Mejor me callo?- empezó a alejarse de mi mientras formulaba la última pregunta.

-¿Nos podemos sentar?

-Sí sí, claro.

Narra Yoongi.

Jimin se sentó en el banco en el que yo estaba antes, decidí darle su espacio y yo me senté en el suelo.

Como en mis pesadillas, él es realmente guapo, salvo que aquí él no...

[ . . . ]

Después de más o menos una hora hablando me di cuenta de que Jimin estaba raro, bueno eso pensé, lo acababa de conocer.

-¿No quieres hablarme?, ¿es porque soy un desconocido?

Pues claro que si Yoongi, has ido corriendo hacia él como un acosador, por no mencionar que le sacas tres años.

Narra Jimin.

-No, claro que quiero hablarte, pero intento buscar las palabras adecuadas para que no te rías de mí, y tampoco eres tan desconocido, llevamos casi una hora hablando, y, a no ser que me hayas mentido se podría decir que somos casi conocidos- le miré y sonreí.

En realidad las palabras adecuadas eran no decirle de ninguna de las maneras cualquier cosa que tuviera que ver con mi pesadilla.

Narra Yoongi.

Dios, tiene una sonrisa hermosa.

-No hace falta que lo hagas, no me reiría nunca de ti, contigo espero que sí, pero de ti jamás.

-Eso lo dices por cortesía- él me volvió a mirar y sonrió de nuevo, esta vez más tímidamente. Quería estallar en risa cuando dijo eso, ¿cortesía?, si yo lo dije de verdad, y su sonrisa fue para mi la aprobación de poder hacerlo.

Así que lo hice.

La primera vez que nos reímos juntos.

❝Depressive Boys❞〖Yoonmin〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora