❝Depressive Boys❞〖Yoonmin〗

-12-

Narra Yoongi.

Desperté tranquilo, más tranquilo de lo normal, y eso que ya llevo unos días despertandome muy relajado.

-Aahg...¿Qué día es hoy?

Agarré el celular de mi mesita de noche que se estaba cargando y lo encendí.

-AH JODER, PUTO BRILLO DE MIERDA.

Me arrepentí nada más gritar.

Como haya despertado a mis padres...

Al parecer no fue así, después de mi grito solo se escuchaba silencio. Le agradecí a Dios y acto seguido miré el móvil, esta vez sabiendo todo el brillo que desprendía su pantalla.

Miré el día.

Domingo. Todo bien.

Miré la hora.

4:34 AM. Todo mal.

No lo hagas, no lo pienses, no lo cojas, no lo intentes, no lo escuches.

Sabía que es lo que iba a pasar.
Sabía que iba a pensar, a pensar mucho.
Sabía que no iba a ser bueno.
Sabía que todo iría mal.

Sabía eso y mucho más.

Lo intenté, de veras que sí, trate de todas las maneras posibles pensar en lo bueno que tenía en mi vida: todo mi tiempo libre, la música, lo poco que me queda para independizarme, Jimin.
Lo hice.
Pero siempre que me pasa esto, acabo igual, da igual lo mucho que lo intente, lo mucho que lo evite, lo mucho que lo ignore.
Siempre gana él. No sé cómo lo hace, pero siempre acaba ganando, y lo odio.
Siempre le acabo escuchando decirme toda la verdad, toda la mierda que valgo y que soy, lo solo que estoy, lo mucho que mi padre me odia, lo mucho que sufre mi madre por mi culpa, lo muy triste que estoy.

El puto cúter siempre tiene razón.

Vamos Yoongi, no le hagas caso, hace tiempo que no lo haces, por favor, aguanta, tú puedes.

Pero él seguía y seguía, minuto tras minuto hasta ser las 5:00 AM.

No podía más.

Tras más de media hora intensa aguantando mis ganas de llorar no pude contenerme al agarrarlo y empezar a pasarlo primero por mis muslos, para segundos más tarde pasar a los brazos y muñecas. Al principio a penas apretaba pero él seguía diciendo las verdades y a cada palabra que decía yo apretaba un poco más.
Me senté en mi escritorio y encendí la pequeña luz que tenía encima de él para poder ver con claridad que es lo que me había hecho.

Mierda.

Mis brazos estaban llenos de cortes aleatorios y una mezcla de sangre y lágrimas, en cambio, mis muslos tenían líneas de distinos tamaños y profundidades cubiertos de sangre que determinaban los cortes.
No me puse nervioso como la primera vez, simplemente me limpié bien para no infectarme y utilicé unas vendas alrededor de mis muñecas y antebrazos. Después limpié la sangre del cúter.

Ya no lloraba.
Ya no temblaba.

Narra Jimin.

Desperté con lágrimas en los ojos.

No...¿POR QUÉ?

Fui al baño de mi habitación corriendo, me miré al espejo.

-¿Qué has hecho mal?- hablaba susurrando pero quería gritar, sabía que era tarde aunque no miré la hora.

La imagen se repetía, no aguanté, me derrumbé.

¿Por qué duele tanto?

Intenté olvidarlo, imposible.
Estaba ahí, tirado en el suelo del baño con la luz encendida, la puerta cerrada y sollozando los más bajo posible.
No sé en qué momento me quedé dormido.

[ . . . ]

-¿Jimin?...

Noté como alguien me intentaba levantar del frío suelo de mi baño y abrí lentamente los ojos para encontrarme con la cara asustada de mi madre.

-Mamá.

-¿Jimin, cariño, estás bien?

-Sí sí, ¿qué día es hoy?- me rasqué los ojos y me incorporé un poco.

-Domingo por la mañana, ¿en serio que estás bien?

-Sí, tranquila, es que me resbalé después de beber agua y me dio tanta pereza levantarme del sueño que tenía que me quedé dormido ahí- intenté que quedase lo más creíble posible, no me dio tiempo a pensar mucho, pero era pasable.

-Bueno...- mamá se veía muy dudosa, pero luego sonrió- vamos a desayunar que papá nos está esperando.

[ . . . ]

Cuando terminé de desayunar decidí hacer los pocos deberes que tenía para olvidarme de todo lo que ocurrió en la noche, y funcionó muy bien, tanto que yo mismo pensé que estaba realmente bien.

Narra Yoongi.

Desperté por segunda vez en mi cama, después de lo que hice me sentía...raro, no le di importancia ya que hacía tiempo que no lo hacía y supuse que ese sentimiento era normal.
Me quedé mirando al techo durante varias horas pensando en nada hasta que recordé que tenía padres y me levanté para ver dónde estaban.

No estaban.

Trabajo.

De nuevo.

Miré la hora: 2:30 PM

-Joder.

No tenía hambre, así que no comí.
No tenía ganas de hacer nada, así que no hice nada.

Ese fue mi domingo.

Narra Jimin.

Después de hacer los deberes, de comer y de hacer las tareas de casa (que yo mismo me sorprendí) no tenía ni idea de que hacer.

Mis padres salieron a cenar a un restaurante, me invitaron a ir con ellos, me negué.
Yo cené un simple bocadillo mientras buscaba alguna película interesante para ver, al final puse una película de drama que me llamó mucho la atención.

Cuando terminó decidí irme a la cama, no era muy tarde, mis padres seguían sin venir, y no estaba muy cansado, así que en vez de dormir, me senté en mi cama, encendí la lucecita que tengo encima del cabecero y me puse a leer hasta que no aguanté más y el sueño me ganó.