Las agujas siempre me han dado pavor, cuando niña no había poder humano que me convenciera de ir al médico sin antes llorar como si me llevarán al matadero. Les temía tanto, ni hablar de cuando tocaba vacuna, entonces enloquecia, ni siquiera Adrián y su promesa de prestarme sus Hot wheels Después del piquete lograban algo en mi. Y vaya que me gustaba jugar con sus cochecitos y a él vaya que le disgustaba tener que compartirlos. En esos casos sólo mamá podía hacerme sentir mejor, ella solía mirarme a los ojos, y no pedirme que dejara de llorar.«—tienes miedo, Odeth, y eso está bien, llora todo lo que quieras, mi bolita—nada más por ese mote mi nariz se arruga.
—No me digas bolita, má— chillo con muchas más ganas, ahora con indignación.
Ella sonríe de esa forma tan bella como solo ella puede.
—es de cariño, Odeth, cuando eras bebé…—era una bolita de carne, ya se mamá— completo la frase emberrinchada.— no quiero que me piquen— sollozó recordando mi pena.
Mamá limpia los lagrimones que se me escurren por las rechonchas mejillas.—Quisiera decirte que puedo hacer qué no te duela— dice posando su mano suave en la curvatura de mi rostro de niña—, pero no puedo, hija. Debes recibir ese piquete, y va doler no voy a mentirte— mis labios hacen un mohín y de nuevo ya estoy llorando—, va doler pero será un solo pinchazo, como un pellizco…
—¡No me gusta que me pellizquen!— lloriqueo. No obstante mamá no pierde la paciencia, vuelve a limpiar los rastros de llanto de mi cara.
—a nadie le gusta, hija— me sonríe y como siempre, me quedo maravillada de lo bonita que es, y es por eso que, dejo de llorar solo para escucharla.—voy a darte mi secreto para no poner atención al dolor de los piquetes ¿Vale?— asiento lentamente, picada por la curiosidad. Quiero ser valiente como mami.
— cuando estes con el médico, cierra los ojos con fuerza y piensa en un lugar que te guste mucho, mucho…
—¿Cómo la playa, mami?— la interrumpo de nuevo, una costumbre infantil que tenía a los seis años.
Ella sonríe más amplio—, si, Odeth. Puede ser la playa, si piensas con todas tus fuerzas en ese lugar e imaginas que estás ahí en lugar de recibiendo una inyección, te prometo que no dará tanto miedo— me da un pequeño golpecito en los labios con su dedo índice— ahora quitemos esa boquita de pato y vayamos, después de la vacuna te prometo que pasaremos por helado.— su promesa me hace sonreír amplio, así que no pongo resistencia cuando me toma en brazos para cargarme al menos hasta al auto, porque ya soy una niña grande.
Antes de dar el sexto paso, formuló aquella pregunta—¿Tú también piensas en la playa cuando tienes miedo, mami?
Conmigo en brazos, ella detiene el paso, me ve por un instante a la cara, y niega para después darme un beso en la mejilla— mi lugar feliz es este— responde. Hago una mueca de desaprobación.
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The Wedding Planner
RomanceA Odeth le encantan las bodas, por desgracia en la suya le destrozaron el corazón así que ahora se dedica a asegurarse que todas las novias tengan su día feliz sin percances. Todo parece irle bien hasta que, una boda especial cae en sus manos. ¿Podr...