Fall again.

5.

¿Recuerdan que les había contado que ese día iba demasiado bien y que nada podría arruinarlo?.

Ese día aprendí a que no debía apresurarme a las cosas.

Me detuve de súbito al encontrarme con la melena rizada de Harry, pero me repuse rápido y me dirigí a mi asiento.

-Hey, hola Harry.-me aventuré a saludar.

El levantó la vista de su celular y sonrió, bloqueándolo.

-Hey, Lou. Hola.-se levantó de su lugar y fue hasta donde estaba (dos asientos adelante) y me dio un beso en la mejilla.

Me quedé en shook por medio segundo.

Sus labios eran muy suaves.

¿Alguna vez podré sentirlos sobre los míos?

Repasé con mi vista el salón y vi que éramos los únicos. Vi el gran reloj que colgaba arriba de la puerta y vi que faltaba un poco más de un cuarto de hora para que iniciaran las clases.

Vamos, Louis. Es ahora o nunca.

-Uhm, Harry. ¿Puedo hablar contigo de algo muy importante?.-dejé salir en un suspiro, tal vez diciéndolo demasiado rápido.

Se quedó en silencio por al menos diez segundos, procesando mis palabras.

-Sí, sí. Claro que sí.-respondió roncamente. Carraspeó.-Aquí estoy para ti.

-Y-yo se qué tal vez es un poco apresurado, que no nos conocemos del todo y que soy un niño muy tonto, pero no puedo guardar esto más.-hablé nerviosamente, jugando con el case de mi móvil.

Harry detuvo el movimiento de mis manos, tomando éstas entre las suyas e hizo que levantara mi mirada que todo el tiempo se mantuvo en el suelo.

-¿Qué quieres decir, Lou?.-preguntó suavemente.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo, viendo cómo su mirada se ubicó en ese movimiento por un brevísimo momento.

Y ese mínimo movimiento avivó la llama de esperanza que había en mi.

Tal vez Niall y Liam tenían razón, y Harry sentía lo mismo que yo.

-Quiero decir que me tienes loco, Harry. Que me has gustado cada vez un poco más desde la primera vez que te vi.

Mis manos perdieron su toque y se alejó unos centímetros de mi.

Revolvió su cabello con la mano izquierda y me miró preocupado.

Oh, recuerdo el sentimiento de rechazo que sentí al recibir esa mirada.

Recuerdo casi haber escuchado como mi corazón caía en pedazos en aquella bandeja de plata en la que se lo había entregado a ese hermoso niño de ojos jade.

-Oh, Louis.-murmuró. Me miró a los ojos. Azul y verde colisionando una vez más.-Yo, uhm, no sé qué decir.

Mis ojos empezaron a picar y rápidamente me puse de pie.

Al instante Harry se paró también.-No me malinterpretes, Louis. Me pareces un niño muy lindo y agradable. Me halaga muchísimo que pienses eso de mi.-se detuvo, relamiendo sus labios.-Pero tengo novio, y lo quiero muchísimo.