Fall again.

The end.

Después de todo aquello, casi sentí que lo lograríamos de nuevo. Que quizá lo de Harry era verdadero y que podíamos intentarlo otra vez.

Pero no sucedió.

De nuevo, días después dejamos de hablar, parecía que el interés había sido perdido y jamás recuperado.

Al principio me desesperé y me sentí usado. Preguntándome otra vez si no había sido suficiente para él.

Después me di cuenta de la realidad.

Él no quería verme feliz, no quería que tuviese ese amor que merecía, pero tampoco estaba dispuesto a dármelo.

No quería verme con él, y tampoco quería verme con nadie más.

Era tan egoísta que prefería romperme el corazón una y mil veces a que yo fuese feliz con alguien más.

Ahora estoy mejor, han pasado un par de años desde la última vez que crucé palabra con él, y aunque al principio me sentía devastado, el tiempo me ayudó a comprenderlo.

Jamás fui insuficiente, jamás fui poca cosa y todo lo qué pasó no fue completamente mi culpa. Al principio de la historia me vi tan mal, fui el peor amigo que alguien pudiese tener. Lo admito.

Y aunque Jonah no sabe absolutamente nada de esto aún, sigo sintiéndome un poco culpable cada vez que lo veo. Aunque después él mismo me haya contado las infinidades de cosas que le había perdonado a Harry, las veces en las que coqueteaba con otro aún estando con él.

Al final de cuentas, ambos pudimos superar el gran torbellino que es Harry Styles, pudimos superar todo lo que aquel rizado puede causar dentro de ti con solo una de sus sonrisas llenas de hoyuelos y sus palabras repletas de dulces mentiras.

Él abiertamente y yo, sanando en lo oculto.

Nadie sabe de todo lo que pasé, nadie conoce todo lo que el novio de mi amigo causó en mi, de cómo dañó mi corazón y mi autoestima.

Sólo yo, Niall, y ahora, tú.

Y quiero decirte, a ti, que leíste todo esto y conoces la historia de la primera vez que rompieron mi corazón, que quizá estás pasando o pasaste por algo similar; no te canses de esperar.

No te canses de buscar y esperar a aquel amor completo que te mereces. A esa persona que te haga sentir completo y cálido, que te haga sentir como en un hogar con su presencia. A esa persona que esté ahí para ti, en las buenas y en las muy malas, que jamás te haga dudar de ti mismo y acepte cada una de tus inseguridades, volviéndolas tus virtudes.

Eres mucho, mereces mucho. No te conformes con pequeñas cosas, nunca olvides lo que vales y acepta lo que mereces.

El amor es más allá que una relación fallida y una persona errónea. El amor está esperándote con los brazos abiertos, esperando por ti, para hacerte feliz.

No importa cuantas veces tengas que iniciar de nuevo, porque, tal vez, la próxima, sea la definitiva.

Jamás dejes de creer en el amor.

Con cariño, L.