Todos los sábado es tradición en mi familia salir a comer afuera o simplemente salir, y hoy no era la excepción.
Me encontraba en el auto ya de regreso a mi casa, aún no era de noche por lo que Samuel y yo decidimos ir al parque que está cerca de nuestra casa para que él pueda ir a andar en su skate.
Una vez llegamos, ambos subimos a nuestros cuartos a cambiarnos. Opté por un short y una blusa sencilla negra con las palabras Jack Daniels incluidas en ella. Cambie mis sandalias por zapatos y tomé mi celular antes de bajar.
- ¡Samuel! -grito 10 minutos después- ¡Apúrate si quieres ir!
-Ya, ya estoy aquí- dice mientras baja con su skate y su look obviamente de skater.
-Eres un chico y te demoras más que yo- río.
-Cállate- tuerce sus ojos
-¡Mamá ya regresamos!
-No lleguen tarde- grita desde la cocina.
Salimos de la casa y nos encaminamos al parque, la verdadera razón por la cual me gusta acompañarlo es que ahí se reúnen un grupo de chicos también skaters y como todos o bueno casi todos los chicos que son skaters, son guapos.
No es que yo me acerque a ellos y les hablo, pero me gusta verlos. Aunque también saben hacer trucos que siempre me dejan con la boca abierta.
Cuando llegamos, Samuel corre hacia su grupo de amigos dejándome sola y como siempre me siento en la banca donde soy una simple expectadora.
Busco con la mirada al grupo de chicos y en el momento que los encuentro no despego mi mirada de ellos. Psicópata, lo sé pero no creo que alguien pueda dejar de verlos como yo. Si alguna vez has entrado a Tumblr y visto a chicos skaters sabes de lo que hablo.
Uno de ellos toma su tabla y la coloca en el suelo para luego montarse en ella y subir la pequeña colina de cemento. Mientras su velocidad aumenta sube cada vez más y no es hasta que se le cae la gorra que tenía puesta que noto quién es esa persona.
Mario.
Mario Alejandro Estrada Ayala.
Esto tiene que ser el destino diciéndome algo. No es posible que lo encuentre en el mismo parque que yo. ¿Qué falta? ¿Qué también estudie en el mismo colegio que yo y no lo sepa?
Me pego una cachetada mentalmente y vuelvo al presente ¿cómo es que siempre me pasa esto cada vez que lo miro? Veo una vez más en su dirección y ahora esta sentado descansando. Se saca la gorra y se seca el sudor de su frente.
No puedo dejar que me vea, va a comenzar a sospechar que lo acoso por lo que busco a Samuel para irnos antes de que lo haga.
Y adivinen dónde está: Si. Con ellos.
Se que si camino hasta allá el va a verme pero guardo la esperanza de que esté tan concentrado haciendo sus trucos que no me vea.
Igual no debería importarme, aunque me vea, dudo mucho que él me hable porque vamos ¿Por qué lo haría? Tiene un montón de chicas en este parque de donde escoger para que me busque a mi.
Cuando llego trato de llamar la atención de Samuel pero no lo consigo.
-Samuel...Samuel ven acá- medio grito pero aún así no me escucha
-SAMUELLL- todos los chicos que están a su alrededor giran hacia mí. Incluido el que no quería que lo haga.
Genial. Simplemente genial. Recuérdenme de comprar un aparato para la sordera al bobo de mi hermano.
Mario me mira y veo que su cara es primero de que me ha visto pero no sabe quien soy y luego de sorpresa. Toma su tabla en sus manos mientras comienza a caminar hacia mi y es cuando dejo de respirar
¿Qué diablos les pasa a mis hormonas que se alborotan cada vez que lo veo?
Justo en este momento todo se vuelve en cámara lenta. Creo que hay solo 10 pasos entre los dos, pero él lo hace parecer como si hubieran 50. Y como en las cursis películas, el viento azota su cabello y hace que se pegue a sus ojos gracias al sudor para luego ser removido por sus manos en un movimiento tipo Justin Bieber. Cuando por fin llega a mi, siento que ha pasado un siglo entero.
-Hola Lissette -sonríe- no esperaba verte por aquí.
-Ho-Hola Mario, y-yo estoy acompañando a mi her-hermano.
¿Qué fue eso? ¿Desde cuándo tartamudeo? Debería de hacer un libro titulado: "Cómo avergonzarte frente a un chico"
-Que bien, ¿quién es tu hermano?- voltea y mira hacia el grupo de chicos.
-Ehh es ese- señalo a Samuel que viene oportunamente caminando hacia nosotros pero luego se detiene a hablar con unos de sus amigos.
-¿Quién? ¿Samuel? -me mira y yo asiento.
-Tu hermano sabe unos trucos increíbles- sonrío como si fuera experta en el tema- ¿Tú sabes andar?
No puedo ni subirme a esa cosa y voy a poder andar.
-No, no sé- Samuel camina más rápido.
-Si quieres yo puedo enseñarte o... ¿Tienes miedo?- sonríe. Claro que tengo miedo pero no dejaré que piense que soy una miedosa.
-No tengo miedo pero no gracias, no necesito que me enseñes- concluyo.
-Si tu lo dices... Pero apuesto a Blair que si lo tienes- ¿quién es Blair? Oh...ok se refiere a su patineta.
-¿Le pusiste Blair a tu patineta?- río sin creérmelo- y no tengo miedo.
-Si le puse Blair ¿Algún problema? e insisto apuesto a Blair a que si tienes miedo.
-Esta bien ¿Quieres apostar? Apostemos. Si yo gano me das a "Blair"- hago comillas con mis dedos.
-Y si pierdes quiero...- hace una adorable cara pensativa- quiero salir contigo.
No dijo lo que creo que dijo.
-¿Qué?- y siento como mi boca llega hasta el suelo.
-Si pierdes quiero una cita contigo- habla cómo si fuera lo más normal del mundo.
-Si eso es lo que quieres- digo aún sin creer que esto esté pasando.
-Si eso es lo que quiero. Entonces te espero aquí mañana después de catequesis para enseñarte- se acerca a mí y me da un beso en la mejilla para luego alejarse lentamente de mí.
¿En qué me he metido?
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Entre nosotros
Romance¿Porque siempre el hombre tiene que ser mayor en una relación? ¿Porque es raro que la mujer lo sea? Yo no quise esto, jamas lo pedí. Esta esa frase que dice "el amor lo encuentras cuando menos lo imaginas" o esa otra "nadie decide de quien enamorars...