Baje y me encontré con mi mamá y Matilda en la mesa.
-¡Feliz Cumpleaños!-gritaron las 2
-Gracias-sonreí
-Ven siéntate,te hicimos tu comida preferida.
-Deberia de cumplir años todos los días
Las 2 se rieron.
Comimos tranquilas,y de la comida no quedo nada gracias a mí 🌝.
-Hija,necesito que vallas al centro comercial,a retirarme unas compras
-Mamá,es mi cumple,creo que debería de descansar
-Solo ve ¿Si?
-Okey
_*Punto de vista de T/N.*_
Mamá me había mandado al centro comercial con una pequeña lista; estaba empujando el carrito mientras recorría cada uno de los pasillos del lugar, ya tenía casi todas las cosas. Todo estaba bien, estaba a nada de terminar las compras hasta que lo vi.
¿A quién?, al hombre que no me puedo sacar la cabeza desde ayer. Así es, señoras y señores, con ustedeeees, Park Dios Griego JiMin~.
¿Qué hice?; ignorarlo. No podía mirarlo a los ojos después de... _Eso_, me sentía muy avergonzada. Rápidamente, me escondí en otro pasillo, parecía que no se había dado cuenta, así que, tomé una última cosa y fui hacia la caja para poder pagar todo.
Salí de ahí con bolsas en mis manos pero algo me detuvo e hizo que las tirara al suelo. Sentí cómo un brazo rodeó mi cintura, haciéndome girar y poner mis manos sobre el pecho de la persona, adivinen quién era.
—Hola, linda~— Si, Park JiMin —¿Por qué me evitas?¿No hice un buen trabajo contigo anoche...~?— Murmuró, tomando mi mentón para que lo mirase.
—Eh... Y-Yo no...— No sabía qué decir. Me estaba mirando, fijamente, hacia los ojos, me estaba poniendo nerviosa, e incluso me había sonrojado. Agh, ¿Desde cuándo soy así?
—Por cierto, Feliz Cumpleaños, princesa~— Mostró sus perlados dientes en una perfecta y hermosa sonrisa.
—Oh... Gracias...— Sonreí, levemente, bajando mi mirada un poco.
—Mh, ¿Debería hacer que _soples la vela_, pequeña?
¿Cómo? —¿Ah?— Exclamé, confundida.
Él rió, levemente —A veces eres muy inocente. Te tengo un lindo regalo— Destacó la palabra "lindo" —Pero tienes que venir a mi departamento— Declaró, agachándose, levemente, para tomar las bolsas y luego darme una, cargando las demás en sus muñecas.
—Em, pero yo-
—No era una pregunta— Me interrumpió, guiñándome el ojo, tomando mi mano para arrastrarme a su auto.
Lo admito, me encantaba lo posesivo que podía llegar a ser... Al menos conmigo.
_*Punto de vista de Park JiMin.*_
Habíamos llegado al edificio donde se encontraba mi departamento. Las bolsas que ella tenía las había dejado en el baúl del auto, no las iba a necesitar de todas formas.
Al llegar a la habitación 219, la cual era la mía, entramos y nos dirigimos a mi cuarto.
—¿Qué hacemos aquí?— Me preguntó ella, adentrándose a éste.
—Te daré tu regalo de cumpleaños, claro— Me acerqué a ella para abrazarla por su cintura mientras mi rostro se escondía en su cuello, acariciándolo con mi nariz —Quiero repetirlo...— Susurré.
—¿A qué t-te refieres?— Se había puesto nerviosa.
—Quiero que seas mía una vez más...— Murmuré, dejando un pequeño beso en su cuello.
—Pero-
—Sh~ Ese será tu regalo, ¿Si?
Rió, suavemente, pasando sus manos alrededor de mi nuca, abrazándome por ella —Bien...— Murmuró bajo, cerca de mis labios.
Sonreí de lado, tomando su cintura, pegándola, levemente, a mi cuerpo —¿Ya te había dicho que eres hermosa, T/N?
—No eres de ser cariñoso conmigo, así que... No— Ambos reímos por lo bajo.
—Bueno... Lo eres y bastante, debo decir— Dije, terminando con la poca distancia que había entre nuestros rostros, besando sus labios.
La empujaba, levemente, haciendo que caminase hacia atrás hasta chocar contra la cama. La acosté en ella, colocándome entre sus piernas, separándome de sus carnosos y, ahora, rojos labios para bajar mis besos húmedos hacia su cuello, provocando que soltase leves jadeos cerca de mi oído.
—Me gusta tu nueva forma de actuar conmigo— Murmuré, dejándole una pequeña mordida.
—¿C-Cómo?— Preguntó en un suspiro, pesado.
—Seductora, hermosa... Sumisa ante cada cosa que digo...— Murmuré, separándome de su cuello para acercarme a su oído —¿Quieres recibir tu regalo, preciosa?— Susurré en el, dejando una corta lamida allí.
—Oh, por la gran mierda, si...~
_~—Agh, ésta mujer, definitivamente, me va a volver loco.~_— Pensé.
Besé sus labios, nuevamente, mientras recorría todo su cuerpo con mis manos hasta llegar al borde de su blusa, tomándola para, luego, levantarla y sacársela, separándome de sus labios un momento.
Me alejé de ella, levemente, para poder sacar mi playera, tirándola a algún lado de la habitación mientras me dedicaba a observarla de arriba a abajo, mordiendo mi labio inferior —Eres tan hermosa...— Murmuré, rozando la yema de mis dedos con su abdomen hasta llegar broche delantero de su sostén —¿Puedo?— Pregunté, sonriendo de lado, viendo cómo asentía, dándome el permiso para hacerlo.
Desprendí el broche, dejando libre sus pechos, llevé mis manos a sus hombros, deslizando los sujetadores del mismo, deshaciéndome completamente de él.
Me incliné hasta poder llegar a su cuello, empezando a dejar besos húmedos, nuevamente, bajando éstos hasta llegar a uno de sus pezones, donde dejé una pequeña lamida.
—Ah~— Gimió, levemente, al sentir mi húmeda lengua en el.
—Me gustan los sonidos que haces, pequeña...— Murmuré.
Rodeé con mi lengua su pezón, estimulándolo con un poco de rapidez mientras mi mano libre apretaba y estimulaba, con uno de mis dedos, su otro pecho.
—Ah~ Ah~ Mgh, JiMin~— Podía escuchar cómo gemía.
Cuenta la leyenda que está persona quería seguir leyendo.Voten Y comenten para la otra parte🌝🌝🌝🌝🌝🌝🌝🌝🌝
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