Cazador de citas

Capítulo 12

Las sabanas se sentían muy bien en su piel, abrazandolo y proporcionando calor, una luz que se colaba entre apenas una rendija de las cortinas, estaba la habitación bastante oscura por lo pesadas que eran las cortinas, se estiró un poco en su lugar soltando un gran bostezo, no estaba en su cuarto, en su capa, abrió los ojos lentamente, se dobló al sentir un golpe en el vientre que dio inicio a varios, volvió a recostarse de lado, más descubierto sobando su vientre suavemente.

—No pasa nada, no se preocupen— ellos sentían todas sus emociones, así que no fue raro que amaneciera agitados, agradecia que no fuera por la noche, o al menos le no lo sintió, tal vez estaba muy cansado. 

Estiró su mano libre al otro lado de la cama, esperanzado con sentir esa ancha y morena espalda, pero el lugar estaba frió, metió la mano bajo la almohada para calcular qué tanto tiempo había pasado antes de que se levantara. Había pasado bastante tiempo. 

Se sentó en la cama, estaba desnudo, recordaba lo sucedido, acarició su marca, aún estaba bastante fresca, mordió ligeramente su labio al sentir un escalofrío recorrer toda su columna, alejo su mano, no era momento para estar necesitado sexualmente, en ese estado era muy fácil provocarlo, como era muy fácil sentirse solo y abandonado al terminar. 

Miro todo el lugar, tallo sus ojos, bostezo una vez más, buscó con la mirada señal alguna de su alfa, relamía sus labios buscando su voz por si era necesario llamar al alfa, sentía una molestia en esta y se preguntaba si era posible que saliera algo de esta. 

—Harry— llamó en lo que apenas fue murmullo, si, su garganta dolía —¡Harry!— llamó con todas sus fuerzas, aunque su voz se escuchara raspada y lastimada. No había nadie, la puerta del baño estaba abierta, no había ropa del otro, ni siquiera zapatos. 

Miro la mesa de noche junto a él antes de entrar en pánico, había una nota ahí siendo retenida por la varita propia del rubio, la tomo para ver que decía, con esperanzas de no haber sido abandonado.

"Desperté temprano, tengo que atender algo, toma un baño"

Eso no le satisfacía demasiado, pero tenía que esperar y tener fe, además, sí que necesitaba un baño, aquello ayudaría demasiado, esperaba que no tardará demasiado, comenzaba a tener hambre, no le dolía horriblemente la cadera, tal vez un poco, pero lo que si le molestaba eran las piernas, podía ser por la posición en que lo hicieron. 

Se preocupó cuando se dio cuenta que no se encontraba su anillo por ninguna parte, lo busco con su varita, no había nada, se sintió un completo estúpido, lo había perdido, ¿Qué diría ahora? suspiro pesadamente, se estaba sintiendo ansioso, triste, decepcionado y asustado, necesitaba en verdad ese baño. 

Se preparó un baño en la tina que había en el lugar, algunas hierbas aromáticas, esencias y burbujas, se metió sintiendo un gran alivio por el calor de esta, sus músculos se relajaban, acariciaba su vientre varias veces, hundia toda su cabeza, se limpiaba masajeando su cuerpo, se mimaba a sí mismo como tanto acostumbraba y necesitaba. 

Pasó más de media hora ahí, una hora completa básicamente, aquello hizo que se sintiera fresco, que despejara un poco esos malos sentimientos, ahora solo tenía hambre. Se secó en el baño y se cubrió con una bata de baño que ahí se encontraba, peino su cabello húmedo y  lo trenzo para que se quedará impoluto no tenía ánimos de pelear con él por si se enrredaba o se encontraba desalineado. También en el botiquín encontró cosas que le ayudaron con su garganta y que podía utilizar sin que dañaran o afectaran su embarazo. 

Salió y sintió el piso cubierto por un tapete que le llenó de calidez los pies, se sentía renovado, una dulce sonrisa apareció en el al ver a Harry ahí parado a espaldas de él, acababa de llegar, estaba poniéndose un poco más cómodo, tenía una ropa diferente a la del día anterior.