Capítulo II

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-¡Hey Lotte, Sucy!
-Hola Amanda, ¿Cómo estás?
-Regular, supongo, ¿La atolondrada en dónde está?
-¡Oh! No sabía que tenías interés en Akko, yo supuse que tenías tu vista fija en alguien más pero supongo que te ignoró- dijo enseñando su sonrisa afilada.
-¡¿Estás enamorada de alguien, Amanda?!
-¡Claro que no! Las personas se enamoran de mi- alzó su pecho de manera victoriosa- yo jamás estaría detrás de alguien, ellas están detrás de mi
-Así que estás interesada en una chica, ¿Eh?
-Yo, yo...no sé de qué hablas- Amanda decidió cambiar la conversación, sabía que Sucy era una persona muy intuitiva y perspicaz, ya había cometido dos errores, caer en el anzuelo de ella y el segundo en decir de más y dar a conocer que el asunto se trataba de una chica- sólo estoy buscando a Akko porque nos toca reparar las escobas por el problema en la biblioteca.
-Vaya que la profesora Finnelan se molestó ese día
-Ni que lo digas- dijo Amanda recordando lo sucedido

Flashback
-Te digo que es más fácil limpiar y acomodar los libros con magia
-Ya lo sé, pero la profesora Úrsula me pidió que no la usáramos porque podríamos dañar escritos muy importantes
-Vamos Akko- dijo Amanda recargándose en el hombro de la castaña- nadie se va a enterar
-No Amanda, tenemos que hacer las cosas como nos dijeron
-¡Woo! Vaya que pasar horas de estudio con la princesa te han afectado severamente
-¡No es cierto!- infló sus cachetes- yo siempre he sido responsable - dijo subiendo una pierna en la silla y llevando su mano derecha a su pecho.
-Jajajaja, si, seguro
Akko infló sus cachetes una vez más
-No te enojes, mira, que te parece si hacemos las cosas como te sugiero y a cambio te doy algo que podría interesarte
-No lo sé, ¿Por qué quieres acabar temprano?
-Porque quiero volar con mi escoba, ¿Qué no es obvio?
-No sé, yo creo...
-Una tarta de zarzamora
-Te escucho
-Tú levanta los libros de la derecha y yo los de la izquierda, luego los sacudimos, los acomodamos en ese gran espacio y de esa manera no tendremos que usar las escaleras
-Pero estarán revueltos
-¿Y eso qué? Total, cuando los leen jamás los dejan en el mismo lugar, entre más tardemos, menos tiempo nos dará para la tarta
-Está bien

Ambas brujas empezaron a recitar el hechizo haciendo que los libros levitaran, después empezaron a sacudirlos en el aire para ir poniendo uno por uno en la repisa.

-Ves, nada salió mal
-Tenías razón
Pero su suerte no duró mucho ya que una página de un libro se desprendió.
-¡Mierda!
-¡Te dije que era mala idea!
-¡Cállate y levántala!
-¡¿Cómo lo voy a hacer si estoy sacudiendo los demás?! Si dejo de hacerlo se caerán y más páginas se perderán
-Yo sostendré tu parte y tú la levantas rápido, a mi señal- Amando vio a Akko y movió la cabeza en señal de aprobación.
-Bien ¡Aquí vamos!- Akko corrió a toda velocidad a agarrar la página- uff, estuvo cerca
-¡Akko!
-¡Ay, no!- las páginas de más libros se empezaron a desprender y Akko comenzó a atraparlas- creo que son todas
-Hay una por la silla, levántala, !Hazlo rápido! No aguantaré por mucho- los brazos de Amanda empezaban a temblar, sentía correr el sudor en su frente.
-Ya casi, casi la tengo- le costaba estirarse a Akko por la paginas que traía en la otra mano- ¡La tengo!
-¡Uff! Menos mal que la amargada de Finnelan no nos vio
-¡Amanda O'neill!

El grito espantó a la bruja rebelde que soltó la varita y dejó caer los libros en su compañera castaña provocando que una nube de polvo se extendiera por toda la biblioteca. Akko que no vio lo qué pasó, sólo pudo reaccionar de una forma.

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