Capítulo III

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El olor a tabaco hacía muy difícil la estancia en la sala, eso sin contar los murmullos que hacían los aristócratas sobre las brujas y peor aún, sobre las mujeres, ya que el hecho de que una mujer se hiciera cargo de asuntos de "hombres" era mal visto para algunos. A pesar de la época en que se vivía, el machismo estaba presente, tal vez no se hacían comentarios tan abiertamente sobre el tema pero Diana podía sentir las miradas que intentaban aplastarla y demostrar que una mujer no era digna de estar a la altura de un hombre ni mucho menos estar por encima de él; ella los conocía, sabía los ideales bajo los cuales eran inculcados hombres y mujeres; de generación en generación. Ella en ocasiones se preguntaba si tenía un criterio propio, si estaba a salvo de lo que se espera que debe ser una dama y era en ese momento en que recordaba a cierta persona terca, tenaz, aguerrida, infantil, de poco sentido común pero...libre.

-Hmm...Akko- susurró.
-Perdón señorita Cavendish, ¿Dijo algo?
-No, regresando al tema...yo comprendo que usted no tenga mucha confianza en la propuesta que le hago, entiendo su postura pero lo único que puede hacer es confiar en mi palabra
-No me lo tome a mal, pero no sólo se trata de su palabra, la inversión que haría es riesgosa
-Si me lo permite, todas las inversiones son una moneda en el aire, son riesgos que uno debe correr y de los cuales sólo se puede esperar lo mejor
-Es verdad lo que dice pero en toda inversión que hago, siempre califico el riesgo que podría conllevar y en este caso...el riesgo supera el 60%. Necesito tener una garantía que resguarde parte de la inversión
-En estos momentos la familia Cavendish cuenta con una propiedad al norte de Inglaterra, más específicamente en la Isla de Man
-¿Pensé que sólo la cabeza de la familia podía disponer de los bienes?
-Esa propiedad me fue heredada por mi madre, Bernadette Cavendish, en unos meses más podré disponer de ese bien
-¿No cree que es arriesgado lo que está haciendo? Yo creo que debería consultarlo con un abogado, un...
-Hombre sabe mejor de estas cosas...¿Eso es lo que me quiere decir?
-No se ofenda pero creo que estos casos no deben ser llevados por niñas
-No me ofende porque yo, más allá de ser un "niña" soy una persona racional, que sabe perfectamente que la vida es complicada y que no puede quedarse cruzada de brazos hasta obtener la aprobación de todos para poder hacer algo respecto de la situación. Tampoco soy la clase de persona que está esperanzada a qué un "hombre" o alguien arregle sus problemas y por lo visto creo que no hay nada más que decir sobre la inversión, si me disculpa, que tenga buen día señor Ruadh- Diana se levantó, hizo una breve reverencia y salió del despacho portando el orgullo de toda una Cavendish.
Se escuchó el abrir de una puerta
-Si que es una mujer difícil
-Lo es
-Ahora entiendo porque tienes interés en ella, pero no te será fácil, hijo mío
-Lo sé, padre...pero eso es lo más divertido del asunto
-He escuchado que una pareja potencial para ella es el hijo de Paul
-¿Andrew? Pff, por favor, él no puede compararse conmigo, soy mejor y por mucho, sólo es cuestión de tiempo para que Diana me vea y ceda ante mi

⛩⛩⛩

-Al parecer ninguna de las cosas que hice fue suficiente
-¡No digas eso! Tú liberaste la magia, encontraste las 7 palabras y eso hizo un cambio de perspectiva en las personas
-¡Y aún así no fue suficiente!
-Mira.- se acercó hasta quedar frente a ella y se arrodilló- No me equivoqué contigo, aún recuerdo cuando intentaste volar y te aventaste de la ventana de tu casa
-Jeje, casi se desmaya mamá, mmm- hizo una sonrisa desanimada
-Me costó trabajo hacer cambiar de parecer a tu madre, le daba miedo que su pequeñita se fuera a un lugar desconocido y lejos de ella, pero tu padre dijo algo muy cierto
-¿Mi padre dijo algo?
-¡Claro que sí! Él convenció a tu madre al final...obviamente con algo de mi ayuda- sonrío- dijo que jamás había visto esa determinación en tus ojos hasta que hablaste de la magia y de lo feliz que estarías por entrar en Luna Nova, tu padre le dijo que se vio reflejado en ti, recordó esa pasión que le hizo hacer grandes cosas y estar en dónde está
-Yo pensé que mi papá estaba en contra de que yo estudiara magia porque era una pérdida de tiempo, bueno eso lo escuché cuando mi abuelo se enteró de que quería hacer la prueba de entrar a Luna Nova
-A tu padre no le agrado la idea, pero no por el hecho de que sea una pérdida de tiempo, te falta conocer a tu padre, no lo juzgues mal; ni a él ni a tu madre, sólo están preocupados por ti, después de todo eres su única hija
-Yo...
-También dijo que todos los Kagari llegan lejos por medio del fracaso...porque a partir de ahí se dan cuenta de que estuvieron cerca de conseguirlo y ahora saben que deben de hacer...además de que ustedes son muy tercos y necios para rendirse- la miró y sonrió- pero es una pena que tú ya te hayas dado por vencida
-¡¿Qué?! ¡Eso jamás! Demostraré que soy lo suficientemente buena como para estar en Luna Nova
-Bien dicho
-Muchas gracias tío- salto y le dio un gran abrazo- eres el mejor
-Lo sé- mientras acariciaba su cabeza- pero no se lo digas a tu papá
-Jajaja, bueno, me tengo que ir, se supone que debería estar en la escuela, arreglando las escobas
-Ve, no te quito más tu tiempo
Akko se estaba marchando cuando...
-Akko...una cosa más, nuestra platica es un secreto. Nadie debe enterarse de lo que platicaste aquí
-¿Tengo qué decirle algo a la directora?
-Yo le comenté algo, pero estoy seguro de que en cuanto te pregunte sabrás qué responder. No lo tomes a mal pero no se deben de enterar porque podrían malinterpretar nuestra relación y dirían que...
-Tú moviste algunas cosas para que me aceptaran en Luna Nova
-Así es
-Descuida tío y gracias por avisarme, pero me queda una duda...
-Dime
-¿Sabes quién lo hizo?
-...sí
-Gracias- con una mirada triste, Akko salió de la oficina.
Se escuchó un rechinido atrás de la puerta.
-Pfff, adelante, puedes pasar...Jiro
-Ah...mmm...yo, te juro que no...
-¿Estás preocupado?
-...Lo estoy, ¿Por qué no le dijiste quién mando la solicitud de observación?
-Porque no debe distraerse, debe de prepararse.

                                  🎠🎠🎠
La noche comenzaba a sentirse, el aire hacia poner las mejillas color rosado por el frío que se aproximaba, si bien faltaba para el invierno, el otoño se hacía presente. Estos pequeños momentos eran los únicos en los que Diana podía olvidar algunas de sus preocupaciones, sobre todo si era en un fin de semana en que las rondas eran de mayor tiempo. Podía pensar muchas cosas, todas alejadas de la familia, de los deberes, de la academia, el dinero y ser una joven de 17 años, todo iba bien hasta que escuchó el crujir de una hoja.

Se acercó a una pared y pudo ver la sombra de alguien, estaba apunto de atacar-Muro...
-¡Espera, no me ataques!
-¡¿Akko?!, ¿Qué haces aquí?- la pregunta se escuchó tan brusca que intento sonar más amable- quiero decir, estas no son horas para que estés fuera de tu habitación
-Bueno yo...quería verte
Y ahí estaba de nuevo, ese extraño sentimiento que la hacía quedarse en blanco, no sabía qué contestar ante eso.
-Hannah me dijo que habías llegado tarde
-La lección- recordó vagamente- yo lo lamento pero el lunes repondremos esa hora...
-No hablo de la lección, Hannah me dijo que te veías muy ocupada así que pensé que lo mejor sería dejarte hacer tus cosas, pero...te ves agotada
-No te preocupes, sólo es el cansancio de las clases, no he dormido muy bien últimamente- lo dijo mirando a otro lado.
-Ven- Akko se sentó en la banca y con su palma hizo señas para que Diana se sentara- estoy segura de que la vigilante no vendrá a regañarme
Diana sonrió ante el comentario y se sentó
-Pues no dudes en que te pondrá un reporte
-¡Qué mala eres, Diana!- dijo mientras hacía un puchero
-Jajaja
-¿Está todo bien en tu casa?
Diana se sorprendió bastante con la pregunta, ¿era tan evidente su situación?. Aunque muchos no lo sabían; desde que Akko fue por ella a su casa, le había tomado algo de respeto, el cual con el paso del tiempo fue creciendo e hizo querer entender a la castaña, no sabía mucho de ella pero parecía que Akko sabía más cosas de Diana, no eran tan diferentes después de todo.
-No es tan mala la situación, sólo está siendo un poco turbulento el asunto- Diana sintió erizar su piel cuando sintió cómo la más baja recargaba su cabeza en su hombro.
-Todo estará bien, no hay nada que no puedas hacer, eres tan buena en todo, jamás te han visto fallar y no dudo que esta vez no será la excepción.
Akko volteó y miró aquellos zafiros que tantas veces había odiado, esas incontables miradas de superioridad y altanería que la hacían enojar pero que ahora esa mirada se veía tan diferente, tal vez por la luz de la luna o por la cercanía; Akko no lo sabía pero estaba tan hipnotizada por ella. Diana podía sentir su cuerpo en un estado de nervios y al mismo tiempo una tranquilidad la arrullaba, el aroma de Akko hacía estragos en su mente y otra vez no podía pensar en nada.
-Brrr, creo que está empezando a hacer más frío- se levantó de repente.
-Tienes razón (¡¿Qué estaba pensando?!) lo mejor será que regreses a tu habitación, las profesoras no tardarán en pasar por aquí
-Mejor me voy
-Adiós
-Adiós- pero Akko no se movía. (No sé porque pero no quiero irme)
-¿Ocurre algo?
-No, es sólo que...no faltes mañana (¡Q estúpida! Ella jamás falta)- Comenzó a caminar cuando
-Akko...gracias.
Akko sonrió ante el comentario
-¡No hay de que! Descansa, Diana.

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