Thorkyrie (One shots)

No me iré sin ti

Valquiria

Asgard destruida, cientos de hogares en cenizas al igual que los recuerdos de cada uno de ellos. Jamás creí que existiera la posibilidad de que terminara así.

La imagen del hogar que abandoné hace tanto tiempo intentaba inútilmente aparecer en mi cabeza, tratando de reemplazar lo que veía ahora. Y aunque un tiempo yo ya no creía ser asgardiana, sufrí el mismo dolor que toda la población sintió en el momento en que una luz blanca y poderosa comenzó a consumirlo todo, acompañada de un estremecedor sonido que causó un centenar de escalofríos en mi cuerpo.

Estaba tan acostumbrada a abordar naves en el espacio sabiendo que en cualquier momento podría volver a lo que hace poco consideraba hogar. Pensé que Saakar era donde pertenecía, pero en el preciso momento en el que avisté Asgard, incluso en llamas, supe que estaba equivocada.

Pero ahora, ya no tenía hogar, ya no existía el lugar del que tanto me esforcé en huir y en no pensar. Y era tan extraño, era tan absurdo extrañar lo que abandoné hace tanto tiempo.

- ¿Estás bien? - una grave y familiar voz me sacó de mis pensamientos.

Volteé a verlo y noté que un parche negro cubría lo que anteriormente era su ojo. Ya no había rastro de sangre en su cara.

- No - suspiré - tenía la esperanza de que podríamos derrotar a Hela sin destruir Asgard.

Thor me observó con su ojo restante y en él pude apreciar la sorpresa que sintió al responderle tan fácilmente.

- Lo sé, yo también quería que hubiera otra alternativa - admitió y se quedó a lado mío observando por la ventana al universo.

Estuvimos callados un momento, apreciando la vista que teníamos ante nuestros propios ojos cuando tuve la necesidad de hablar.

- Creo que ahora puedo llamarte por "Su Majestad" correctamente - sonreí y lo observé.

Las comisuras de sus labios se elevaron lentamente formando una pequeña sonrisa.

- Supongo que después de todo debo asumir el cargo que mi padre siempre quiso para mí - giró su rostro y me observó por unos interminables segundos.
- Serás un buen rey - le dije y puse mi mano sobre su brazo a la altura de su bícep y le di un pequeño apretón, buscando darle confianza y sobre todo, apoyo.

Dejé mi mano descansando sobre su musculoso brazo unos segundos permitiéndome apreciar el cuerpo perfecto que tenía sólo a un lado.

- No sé si sea capaz de dirigir Asgard - comentó bajando la cabeza y manteniendo la vista en el piso.
- Thor - lo llamé dulcemente - tú salvaste a todas estas personas, a mujeres, niños, los salvaste de morir por Hela.
- Pero Asgard quedó destruido - me miró por un segundo y de inmediato apartó la mirada.
- Era la única manera, tú no lo deseaste - tomé su mano y lo jalé obligándolo a girar su cuerpo hacia mí - no es tu culpa que haya ocurrido todo esto.

Sentí que había algo más que debía de decir, algo que tenía que sacar de mi pecho.

- Tú me ayudaste a recordar quién era - confesé con voz temblorosa, hacía tanto tiempo que no expresaba lo que sentía con nadie - yo quería olvidar mi pasado, no soportaba más seguir viviendo en el mundo que me lo arrebató todo y... - Thor me miraba con absoluta atención, su rostro expresaba curiosidad por cada de una de las palabras que salían de mi boca - pensé que Saakar era un buen lugar para esconderme, lo fue durante un tiempo.

Aparté mi vista de Thor y miré nuevamente por la ventana.

- Hasta que me encontraste tú.
- No, tú me encontraste ¿recuerdas? - una sonrisa lució en su bello rostro - fue hace como 2 días.
- No, me refiero a que... - bajé la cabeza un poco avergonzada - aunque yo te hubiera atrapado, en realidad tú me encontraste, de no ser por ti y tu necedad - una risa salió de su boca - jamás habría vuelto aquí.