Capítulo 5
Estamos en un muy bonito restaurante, Evan desde que me vió salir a la sala con el vestido que me regaló, no me ha quitado ni los ojos ni las manos de encima, siempre con cualquier excusa me toca o me roza y eso hace que mi piel se erice y mi respiración se acelere.
En cuanto llegamos al restaurante un camarero nos dirigió a una mesa y Evan le pidió una botella de vino para brindar, otra cosa que haría por primera vez con Evan, ya que nunca había tomado licor en mi vida, cuando trajeron la botella Evan nos sirvió una copa y la levantó para hacer un brindis y yo imité su gesto.
-Por Connor, porque sea lo que sea que haya pasado está bien y así lo estará por muchos años más. Y chocó su copa contra la mía, cada uno tomo un sorbo y luego Evan volvió a levantar la suya para hacer otro brindis. -También quiero brindar por ti, mi hermosa Xhantia por ser ese ángel enviado a mi vida para darme felicidad y una razón por la que despertarme cada día. Choca su copa contra la mia y me mira con intensidad y una sonrisa en sus labios.
Pasamos una velada encantadora hablando de todo un poco, Evan de todas las cosas que ha vivido, yo de todas las que he leído y Evan me prometió que a su lado iba a vivir todas las cosas de las que me he perdido estos años y yo le creí ciegamente.
Después de que Evan pagó la cuenta, salimos del restaurante y tomados de la mano comenzamos a caminar por el pueblo observando a la gente ir y venir y sintiendo la cálida brisa de la noche, me sentía feliz como nunca antes y Evan era el responsable.
-Xhantia¡.
Escuché que alguien detrás de mi grito mi nombre y de inmediato mi espalda se puso rígida por el reconocimiento de esa voz y toda la felicidad que estaba sintiendo se fue al piso, era la voz de mi padre quien me llamaba, me di la vuelta y me encontré con mi padre y mi madre de pie en medio de la calle, quise correr lejos de ellos en cuanto los vi, pero Evan me abrazo más a él y me susurró al oído que todo estaría bien, estábamos de pie juntos mientras veía a mis padres acercarse.
-Se puede saber qué haces abrazada de este hombre y por qué escapaste de casa, acaso estás loca? no sabes que aquí afuera corres peligro y sobre todo las personas a tu alrededor corren peligro. Lo miré con furia por sus palabras.-Eso que dices no es cierto no soy ningún peligro para nadie, en todo el tiempo que he estado fuera no he dañado a nadie, por favor papá, no quiero estar encerrada por más tiempo, me he perdido demasiadas cosas y Evan me ama y está dispuesto a estar conmigo a pesar de todo.
-De ninguna manera, ahora mismo regresarás con nosotros, no permitiré que cometas una estupidez o que ocurra algo que después no puedas remediar. Y me tomó del brazo de manera brusca. Evan se interpuso entre mi padre y yo con la furia brotando de todo su cuerpo.
-Ella no irá a ninguna parte si no quiere, y yo me encargaré de que así sea, amo a su hija señor y estoy dispuesto a cuidarla de todos, hasta de ella misma si es necesario, pero Xhantia se queda conmigo. Y con su tono instó a mi padre a que me soltara, durante toda la discusión mi madre se mantuvo callada y solo miraba entre Evan y yo.
-Xcor ya basta, suelta el brazo de la niña, mírala está bien y se ve feliz, creo que es momento de dejarla vivir. Mientras habalaba, mi madre me miraba con lágrimas en sus ojos. -hija perdóname por no haber hecho esto antes y por haberte tenido encerrada, pensé que lo hacíamos por tu bien.
-Calla mujer acaso también te volviste loca, ella debe regresar con nosotros no podemos dejarla aquí. Mi padre seguía firme en su postura
-Primero tendrá que matarme porque ella de aquí no se va si no es conmigo. Dijo Evan abrazándome a el.
-No sabes lo que dices, tú no la conoces, no sabes de lo que es capaz. La voz de mi padre salió cargada de ira.
-Me atrevo a decir que la conozco más que ustedes que son sus padres, ella es una mujer hermosa, inteligente, amable, cariñosa y muchas cosas más que ustedes no han logrado ver, pero yo sí, así que se lo vuelvo a decir ella se queda conmigo.
Mi padre se retiró un paso y mirándome con furia dijo unas palabras que no pensé que dolerían tanto como lo hicieron.
-Cuando te des cuenta que tengo razón no se te ocurra ir a buscarnos. Vámonos mujer. Tomó a mi madre del brazo llevándola casi a rastras y ella me miraba con arrepentimiento en sus ojos, te amo, pude leer en sus labios que me decía.
Sentí un intenso dolor en mi pecho por el hecho de que mi padre no logrará aceptar que merezco vivir mi vida y que no haré daño a nadie con ello, Evan no ha parado de consolarme y decirme palabras bonitas desde que llegamos a casa.
-Le dijiste a mi padre que me amas, lo dijiste en serio o solo fue para que el no me llevara. Le pregunté cuando ya me sentía más tranquila.
-Nunca hubiese dicho eso sí no fuese cierto Xhantia, lo dije completamente en serio, te amo, sé que no ha pasado mucho tiempo desde que nos conocimos pero sí te amo, tú has sido una brisa de aire fresco en mi vida y no quiero que nunca te vayas de mi lado. Con un beso intenso Evan selló sus palabras y transmitió todo el amor que me había dicho antes que sentía.
En ese momento sentí que a pesar de mi padre, podía ser feliz y eso sería gracias a ese hombre que una fría noche me recibió en su casa y poco a poco en su corazón.
-Te amo. Dije tiernamente y Evan sonrío ampliamente.
Felicidad, esa es la palabra que podía describir este momento pura y única felicidad.