UNA HISTORIA SILVAZE

4.

Los cuatro chicos regresaban a casa, tenían solo aquel surco como pista, solo eso y nada más.
Silver hiba un poco atrás de los demás, Knuckles hiba cruzado de brazos, y Amy hiba jaloneando a Sonic, mientras que este rogaba a Caos qué lo salvará.

Silver esbozo una sonrisa, pero nuevamente su cabeza comenzó a doler, podía escuchar un zumbido a lo lejos, y como sus oídos se cerraban, "¿eso era normal?", se preguntaba.

- ¿Todo bien Silver? -le sonríe.

Sus amigos se detuvieron, Knuckles termino chocando contra Amy, emitiendo un "auch", por parte de los dos.

- ¿Huh? -se dio cuenta de que ellos lo miraban un tanto extraño, inconscientemente se estaba tocando la cabeza, mostrando dolor-, no se preocupen, estoy muy bien, quizás solo deba descansar y ya -les sonrió para que no se preocuparan.

- De acuerdo Silver, lo que digas
-suelta una risita-. Pero... Si necesitas algo, no dudes en decirlo, ¿de acuerdo? -este le alzó un pulgar.

- -este ríe- Dalo por hecho...

Y ahí iban de nuevo, caminando entre ramas, y rodeados de árboles.
Silver pasaba sumano por sus púas... ¿Qué era lo que exactamente estaba pasando?.

Cuando llegaron a casa, tuvieron que secarse con unas toallas, de no ser así tal vez se hubieran resfriado.

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La mañana era muy fresca, esa cobija que estaba sobre sus hombros lo abrigaba, el vapor de su taza de café chocaba contra su cara, dándole una agradable sensación.
Agradecía a Caos de que no estuviese lloviendo, ya qué tendría que salir... Le prometió a Marine pasar un rato con ella, mejor dicho, ella le obligó, aún que esto no le molestaba a él albino, hace ya tiempo que no estaba con ella, ¿serán unas 2 o 3 semanas?, no recordaba bien, el tiempo transcurria velozmente.

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Nuestro erizo plateado salió recorriendo las calles, en busca de su pequeña e imaginativa amiga.

Hasta que algo lo saco de sus casillas, era Amy, buscando quien sabe que cosa, o a cierto erizo azúl. "Claro, era de esperarse", dijo para si Silver. Hasta que se pecarto de que tenía algo entre sus manos, ¿una carta para Sonic?, le intriga a demasiado, así que se acerco a ella.

- Hola Amy -saluda alegre.

- Oh, hola Silver, ¿has visto a Sonic? -pregunto algo apurada.

- Lo sabía -se dijo triunfante-. No, pero puedo ayudarte a encontrarlo -ofreció dispuesto, y con una enorme sonrisa.

- ¿Encerio? -Silver asintió-, ¡gracias!, ¡gracias!, ¡gracias! -lo abrazo emocionada-, me haría muy bien tú ayuda.

Amy tomo a Silver de la mano y ambos comenzarón a correr.
La chica revizaba por tierra, y el albino, por cielo.
Hasta que este dió con la dirección del erizo azúl "¡lo encontre!", grito él, bajando hacía donde Amy.
Él corrió y ella lo siguió, llegando a un puesto de chillidogs, "típico", pensaron ambos.

- -este los ve- Hey, ¿qué hacen por aquí? -dijo terminandose su perro caliente.

- Amy te buscaba -apunto ronriente a la chica.

- ¿Y para qué? -este miro con una sonrisa a la eriza.

- Pues... Iba a darte algo -se incómodo.

- ¿A sí? -no pareció interesarle mucho-, ¿y qué es? -rogaba a quien fuese para que no hiciera alguna de sus ridiculeces en la calle, y frente a tanta gente.

- Solo quería darte esto -estira su mano con la carta.

Sonic se quedo con cara de WTF!.
Silver daba gritos de fangirl internamente, tapándose la boca para no soltar uno que otro ruido.
La gente de los alrededores, curiosa, se acerco para ver que pasaba.
Sonic hubiera preferido que Shadow le pateara el trasero y lo dejara medio muerto.
Sonic estaba avergonzado, todos murmuraban a su alrededor.

- A-Amy -dijo nervioso-... ¿Por qué me has escrito eso? -dijo serio y con una sonrisa socarrona,a lo que todos se sorprendieron-, ya te dije que no me agrada tanto la idea de leer, y menos de esas cosas cursis y empalagosas. De por si tengo que soportarlo cuando tú me lo dices, -bufá- imaginatelo escrito -dijo tratando de no "herirla".

En ese momento, Silver sintió el verdadero terror, al igual que los presentes, al ver a Amy tan calmada. Cuando tenía esa cara después de algo grave, significaba peligro... Como una vez que él y Sonic perdieron accidentalmente a piko piko hammer... Y no querrán saber lo que ocurrió cuando lo encontró.
El trasero les dolió por semanas.

- Eso crees -esta le sonrió-... Pues para que lo sepas, esto no es mío! -Silver se asustó, los demás hulleron-. ¡¿Por qué no les el remitente?! -estampó la carta contra el pecho del erizo-. ¡Tonto!, ¡tonto!, ¡¡tonto!! -esta se fue molesta.

- ¿Pero qué le pasa? -dijo asustado.

- -cae estilo animé- ¿Encerio? -dijo molesto, Sonic parpadeo dos veces-, a veces te luces con tus comentarios poco agradables -este se va.

- ¡¿Y ahora qué hice?! -dijo confuso-. Acaso decir lo que piensas esta tan mal?, pues al parecer si -pensó-.

Y se dispuso a abrir la carta para leerla. Sus ojos se abrían a par con lo que leía "¡no puede ser!", gritó en voz alta, a lo que todo aquel de alrededor lo llamo lunático.

- ¿Acaso Amy a visto de quién es la carta?... Y por esa razón se molesto conmigo -pensó.

Continuara
A partir de este capitulo, los demás serán editados. Gracias por leer,
espero que les allá gustado.
BYE