UNA HISTORIA SILVAZE

10.

                    Amy y Sonic.

— Vamos Sonic -esta seguía jalandolo.

— Ese Emo, me las va a pagar, es un tramposo, mal amigo, es un, un, un... Ugh, me estafó... ¡La deserción, la traición amigo! -pensó molesto.

Amy se detuvo, a lo que Sonic se dió cuenta segundos después.

— Sonic, ¿esa es...? -dijo apuntando a una chica castaña.

— ¡Sonic!, ¡Amy! -corrió a abrazarlos-, no saben cuanto me alegra verlos -dijo feliz.

— ¡Sally!, ¿qué diantres haces en Mobius? -dijo confundido.

— -se separó de ambos- No puedo creerlo Sonic the Hedgehog, ¿olvidaste qué llegaría hoy a la ciudad?, pero si te lo escribí en la carta -dijo indignada.

— -coloco su mano tras su nuca apenado- Lo lamento Sall, se me olvidó -ríe nervioso.

— Era de esperarse -la rosa rodó los ojos-, disculpalo Sally, ya sabes como es.

— No te preocupes Amy, esta bien -esta ríe-. Además -la codeó, y la miró pícara-, no me dijiste que ya andabas con Sonic, si que eres bastante reservada Amy -levantó sus cejas coqueta.

— Hay no -esta soltó a Sonic, cayendo este al suelo-, eso no es verdad -se toco las mejillas avergonzada, y comenzó a menearse.

— No digas eso Sall, no quiero comprometerme -se levantó riendo.

— Bueno, es una lástima -suspiro-. Ya no hablemos de eso, llévame con Tails, no lo he visto desde hace mucho tiempo, y lo extrañó.

— Claro que sí, yo te llevaré, vamos -la ojí-jade, la tomo de la mano, y la comenzó a guiar.

— ¡Esperenme! -y corrió para alcanzarlas.

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Y los tres llegarón al taller de Tails, Sally corrió a abrazarlo y este correspondió, al lado del zorro se encontraba Cream, junto a Chesse, ambos miraban a la chica con curiosidad.

— -mira a la coneja- Hola, me llamó Sally, ¿cuál es tú nombre pequeña? - se acerco a esta.

— Mucho gusto señorita Sally, mi nombre es Cream, y el el Chesse -apuntó a su Chao.

— ¿Eres la novia de Tails?, wuuu... Si qué te gustan las menores Tails.

— Y dale con lo mismo -pensó Sonic.

— Por qué esa maña de preguntar si son pareja, ni que fuera un Reality Show -pensó Amy.

— Se equivoca señorita, solo somos amigos -esta se apeno.

Tails, pues el ni siquiera le prestaba atención a lo que decían.
A lo que Sonic y Amy solo atinarón a golpear sus frentes al únisono.

— Bueno, qué hacemos ahora -pregunto la ardilla a Amy.

— Pues, hiba a ir a la feria con Sonic
-dijo con una sonrisa.

— ¡Genial!, yo iré, ¡¿quién más nos acompaña?! -gritó emocionada.

— Tengo cosas que hacer  -dijo el amarillo entrando a su taller.

— Tengo que ayudar al señor Tails, lo lamento, quizás en otra ocasión -y se fue tras este.

— Bueno, al parecer solo seremos nosotros tres -abraza a ambos por los costados.

— Sí, genial -el azul rodó los ojos.