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-Kyle, abre la puerta.- Los golpes desesperados de Kenny en la madera lograron lastimarle las manos. Hacía ya un mes de la muerte de Cartman. Ironicamente, la persona que se tomó la situación con más madurez fue Kenny. Stan estaba demasiado borde, y Kyle insistía en aislarse de todo el mundo.-¡Si no abres ya, te juro que...! A la mierda.- Dió tres pasos hacía atrás, cogiendo carrerilla y abriendo la puerta de una patada. Una vez dentro, miró a su alrededor, buscando a Kyle con la mirada. Este se encontraba tumbado en su cama, hundido en sus cómodas sábanas.-Kyle... No puedes seguir así.

El nombrado se asomó de entre las sábanas, observando expectante como el rubio se acercaba lentamente.

Le dió la espalda, hundiéndose de nuevo entre sus sabanas calentitas. Cerró los ojos, los cuales ya se encontraban rojos de tanto llorar y dormir. Su cabello estaba hecho un completo desastre, y olía mal.

-Ahora mismo lo único que puedo hacer es estar así. Fue mi culpa. Por mi culpa él está muerto.- Murmuró débilmente, sintiendo como Kenny se sentaba en la cama, posando una mano sobre su espalda en forma de consuelo. La apartó lentamente, mirándolo con molestia.-No me toques. No necesito tu puto consuelo.

-Lo necesitas. Necesitas el consuelo de todos nosotros.- Habló con un tono de voz calmado, comprendía que Kyle estuviera enfadado.-Queremos ayudarte...

-¡Joder, nadie puede ayudarme! ¡No sabéis como me siento! Yo... Lo maté. Indirectamente lo maté. ¡No puedes entenderlo! ¡No lo conocías tan bien como yo!- Apretó los puños, cerrando los ojos con fuerza. Kenny se puso de pie, algo agobiado por la actitud de Kyle.

-Era mi mejor amigo. Lo conocía mejor que todos vosotros.-Explicó.

Kyle lo miró por 10 largos segundos, suspirando rendido y asintiendo. Tenía razón.

Se limpió las lágrimas con la manga de su pijama, regalándole una sonrisa extremadamente triste a Kenny.

-Perdona. Simplemente no puedo evitar sentirme culpable. He estado tanto tiempo deseando esto... Fui un idiota.- Comenzó a llorar con más fuerza, recibiendo con cariño el fuerte abrazo de Kenny. Buscó refugio en su hombro. Forzándose a imaginar que era Cartman el que le abrazaba.-Quiero que vuelva... Joder Kenny, necesito que vuelva.

-...Yo también.

fantasma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora