Capítulo 3

1.1K 51 14
                                    

- Te lo dije, cabezota... Estabas bebiendo demasiado... -. Me dijo Ana medio regañando.

- Joder, pero si hace mucho que no me pongo así... No entiendo porque con apenas dos copas se me subió tanto... -. Le respondí.

- Y el vino de la cena maja... Todo suma -. Añadió Miriam.

Roi llamó a la puerta del baño de las chicas porque veía que estabamos tardando demasiado. Pensó que me había pasado algo al saber que estaba vomitando.

- Tranquilo, ya vamos ahora -. Le dijo Ana para que no se preocupara.

Cuando me encontré un poco mejor, me preparé un poco en el espejo del baño para disimular mi mala cara y salí de allí.

- ¿Estás mejor? -. Me preguntó Miriam.

-Sí, sí, estoy bien, solo algo aturdida, me estalla la cabeza -. Le dije.

- Si quieres salimos para afuera y que nos de un poco de aire, te va a venir bien -. Me dijo Ana.

Y así fue. Salimos a la terraza. Hacía muy buena noche y apenas hacia frío a pesar de ser ya el mes de septiembre. Me coloqué la chaqueta por los hombros y me senté en una silla de la terraza. Amaia vino enseguida a junto mía.

- Toma agua, te va a venir bien -. Me dijo Miriam con una botella de agua.

Pero es que si bebía en ese momento, vomitaría el resto que quedaba dentro de mi cuerpo.

- Aitana, ¿Qué te ha pasado? Me dijo Roi que has vomitado -. Comentó Amaia preocupada.

- Sí pero ya estoy bien, entre la cena y el alcohol... Se juntó todo, voy a tratar de coger algo de aire aquí fuera, estoy bien, de verdad... -. Le respondí.

Roi también vino a junto mía. Vió a la mayoría conmigo y querían saber que tal estaba.

- Joder... Es que vimos que te has ido para el baño, con la mano en el estómago y vimos tu cara pálida... Y ya pudimos intuir el desenlace -. Añadió Roi asustado.

De repente, miré por el ventanal de la discoteca y vi a Luís bailando demasiado pegado con Lara, la amiga de Ana. ¿En que momento, esa mujer había entrado en nuestra fiesta? ¿Porqué estaba bailando tan pegada con él? Que yo supiera, Luís no tenía novia... Aquello hiciera que aún se me pusiera más nudo en el estómago del que tenía. Lo que no entendía era porque se me ponían aquellos celos horrorosos al ver aquella escena. Si yo por Luís no sentía nada. Hacía mucho que eramos como desconocidos.

Ana, Amaia y Miriam apreciaron mi cara y como los estaba observando con aquel recelo. Ellas no tenían un pelo de tontas y me conocían demasiado.

- Aiti ¿Qué pasa? -. Me dijo Ana al verme pasmada hacia ellos.

- Ah, no, nada, no me pasa nada ¿Por? -. Les dije.

- Pues por tu cara, hija mía... Ni que estuvieran matando a alguien delante tuya... -. Añadió Miriam.

- Pues no se que cara tengo vista desde fuera pero te juro que no me pasa nada... -. Les insistí para tratar de disimular.

- ¿Seguro que no tiene nada que ver con lo que está pasando ahí dentro? -. Me dijo Amaia.

- ¿Qué está pasando ahí dentro? -. Dije para hacerme la loca y así disimular mejor.

- Ya, ya... Claro... Ahora no sabes que estaba ocurriendo ahí dentro ¿No? Y por eso estabas mirando fijamente para ellos como si las miraras mataran... -. Comentó Amaia.

- Amaia, por dios ¿Qué dices? ¿Quienes son ellos? -. Añadí para seguir disimulando.

- Claro... Y nosotras somos tontas... Aitana, estabas mirando para dentro de la disco porque Luís estaba bailando con Lara ¿Verdad? Nos lo puedes decir, somos tus amigas, no nos vamos a asustar -. Dijo Miriam con tono elevado.

Volver a vernos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora