Capítulo 14

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- Tienes mala cara... -. Me dijo mientras tocaba mi mejilla y se adentraba en el coche.

- Tranquilo... Estoy bien... Solo me duele un poco la garganta... Bebí la bebida demasiado fría el otro día y ha pasado como consecuencia... Mañana ya estaré mejor... -. Traté de explicarle mientras me abrochaba el cinturón de seguridad.

- Bueno... Pues ahora te llevo a casa y vas a tratar de descansar -. Dijo mientras agarraba mi mano y tocaba mi frente para ver la temperatura.

- Oye... Tienes demasiada temperatura ¿No tendrás fiebre? -. Me dijo asustado.

- No... No creo... No tengo sensación de fiebre -. Le dije poniendo mi mano en la frente.

- Pues a mi me lo parece... -. Añadió.

Comenzó a conducir. Durante el trayecto a casa, apenas hablamos.

En cuanto llegamos a mi portal, desabroché el cinturón y me despedí de él.

- Gracias por traerme hasta aquí... -. Comenté mientras me acerqué a él para dejar un beso en su mejilla.

- No se que me da dejarte así Aitana... No estás bien... Es mejor que te acerque al médico... No quiero dejarte sola así... -. Me dijo con toque de preocupación.

- Luís... No te preocupes, de verdad... Estoy bien... Ahora tomo una pastilla y mañana estoy como nueva... -. Le dije mientras abría la puerta del coche y salía para fuera.

- De eso nada Aitana... No me voy de aquí hasta saber que estás bien... Además vives sola, si te pasa algo de noche no me lo perdonaría nunca en la vida... -. Me dijo.

- ¿Qué me va a pasar? -. Dije mientras me salió una pequeña risa ante aquellas palabras que me acababa de decir.

- Pues cualquier cosa... Mira que cara tienes... Pareces un tomate... Eso es de la fiebre... -. Me dijo.

- Ui... Mucho te fijas tú mi cara eh... -. Añadí con risa para que se riera un poco.

- No te preocupes anda... Mañana estoy nueva -. Continué.

Empecé a tener escalofríos nada más salir del coche. Fue ahí cuando me di cuenta que algo no iba bien.

- Aitana... Estás tiritando... Anda, ven aquí... -. Dijo mientras bajaba del coche y me ponía su chaqueta sobre los hombros.

- Es que no se que me pasa... -. Dije algo nerviosa al sentir aquella sensación rara en mi cuerpo.

- No te voy a dejar sola ¿Vale? Te voy a acercar al médico -. Me dijo mientras cogía mi mano para comprobar la temperatura.

- Vale... Está bien... Tú ganas... -. Dije sabiendo que era la mejor y la única opción.

Nos volvimos a adentrar en el coche. Yo estaba tiritando de frío y no era capaz de aguantar. La garganta cada vez me dolía más.

Durante el trayecto al hospital, sonó mi teléfono. Era Marc.

- Joder... -. Exclamé sin decir nada más.

Luís observó la pantalla y vió que era Marc.

- No le cojas... -. Me dijo.

Y así fue. No le cogí el teléfono, a pesar de la insistencia de llamar casi tres veces seguidas.

Llegamos al hospital. Aparcó el coche en el parking y nos adentramos en la recepción.

- Buenas noches -. Nos dijo la recepcionista.

- Buenas noches... Vengo por un dolor en la garganta y porque tengo sensación de fiebre, con escalofríos... -. Le comenté tratando de explicarle.

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