002

2.6K 218 169
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Ya me voy Mamá.—Ella se acercó para darle un beso a su madre en la mejilla pero ella la apartó.

—Aléjate, arruinaras mi maquillaje, que tu seas fea no te da el derecho a que yo también lo sea...cómo sea, hoy no llegaré a dormir.—Ella retoco con polvo su mejilla y siguió mirándose en el espejo.

Estarás de prostituta>> Pensó.

Soltó un suspiro y salió de su casa, realmente no quería ir...pero tenía que hacerlo.

—¡Hey! ¿Dónde esta mi tarea?—Jeon la acorralo contra la pared, ella con sus manos temblorosas y algo sudadas por los nervios, sacó las libretas y se las entregó.

—T-Tu t-tarea esta l-lista.—Bajó su cabeza.

—Muy bien, parece que alguien aprecia su vida...me voy.—Y sin más se fue de ahí, dejándola contra los casilleros.

Ella soltó un suspiro triste, uno que le daba a entender que su vida seguiría siendo una basura...como ella.

Narra Lisa.

Despegue mi espalda de los casilleros y emprendí camino hasta mi salón, las primeras clases que tenía, solté un suspiro al ver a una nueva alumna sentada en el asiento vacío que estaba a mi lado.

Caminé y me senté en mi lugar, no me inmutue en saludarla, o al menos en ser amable, nadie quiere ser amiga de alguien tan fea como yo, ¿Verdad?

—Hola.—Me sorprendió mucho el echo de que me dirigiera la palabra.

—Am...hola.—Sonreí un poco de lado.

—¿Cómo te llamas?—Empezó a entablar una conversación conmigo, la nerd.

—Lalisa Monoban.—Sonrió.

—Un gusto, me llamo Kim Jisoo.—Me extendió su mano, y yo no dude en aceptarla.

Por un momento sentí que podría tener una amiga de verdad, pero el pensamiento de que ella quería aprovecharse de mis dotes de inteligencia al igual que Jeon, lo hacía.

—Me gustaría que fueramos amigas...¿Quieres?—La miré y agaché la cabeza.

—Si quieres ser mi amiga sólo porque te haré tu tarea, olvídalo; ya tengo a quien hacérsela.—La escuché reír y la miré, negó con la cabeza.

—¿Sabés? No sé que tipo de amistades tengas, pero a mi me gusta hacer las cosas por mi misma, no es como si estuviera discapacitada del cerebro, yo no te quiero para que me hagas mis tareas, yo te quiero para tener una amistad sólida y muy bonita contigo, eres una chica muy bonita.—Sonrió y yo también lo hice.

—Si es así, esta bien, quiero ser tu amiga.—Ella sonrió y sus ojos se volvieron medias lunas.

—Qué te parece ir a mi casa saliendo del instituto, ¿Te parece? —Yo asentí eufórica, realmente nunca había tenido una amiga verdadera, y jamás me habían invitado a casa de otra persona.

—Me encantaría.—Sonreí y ella asintió con la cabeza.

[...]

—Pasa.—Asentí y entre al inmenso castillo que tenia por casa, ella cerro la puerta y camino a mi lado; me hizo un ademán de seguirla escaleras arriba y así lo hice.

Ella abrió una puerta color rosa pastel, ajuste mis gafas al ver la enorme y muy, pero muy bonita habitación que tenía; no puede evitar poner una expresión de sorpresa.

—¿Te gusta? —Pregunto y yo asentí aún mirando su habitación.

—Es muy bonita.—Murmure.

—Ven, siéntate.—Palmeo su colchón, que estaba cubierto por un edredón color rosa palo.

—¿Segura? Quiero decir, no quiero ensuciar tu bonito edredón.—Comente apenada.

—Estas bromeando, ¿Cierto? —Ella sonrió y yo negué con la cabeza.—Oye, no ensuciaras nada; estás completamente limpias, además no me importa si estás sucia o limpia; esto se lava y listo...ahora ven y siéntate.—Ordeno.

Solté un suspiro y caminé hasta ella y me senté a su lado.

—Ahora dime...¿Quién es JungKook, y porqué te obliga a hacer sus tareas? —Me quedé en shock...¿Yo le dije eso? No, nunca se lo dije, ¿O sí?

—N-Nadie...es s-solo, un compañero.—Movi las manos mientras negaba.

—Hoy también conocí a TaeHyung...y él no miente, ¿Verdad? —Abri mis ojos y boca. Sorprendida.

Maldito TaeHyung.

—B-Bueno...—Ella me miró e insito a que continuará relatando.—Él me molesta desde que entre al instituto...me obliga a hacer sus tareas; incluso lo cache vendiendo droga en el plantel educativo...¿Puedes creerlo? —Ella se sorprendió.

—Tienes que acusarlo, eso es grave.—Negue ante su propuesta.

—Él me dijo que si habló de esto con alguien...me dará como comida a los perros de sus vecinos.—Susurre.

—¿También se atrevió a amenazarte? —Asenti.

—No le digas a nadie que te conté esto, ¿Sí? —Ella pareció pensarlo.—Por favor.—Suplique.

—Bien...pero con una condición.—Frunci el ceño.

—¿Cuál? —

—Que te arreglarás un poco.—

—¿Cómo? —Ella pensó algo y después abrió su boca como si hubiera recordado algo importante.

—¡Te haré un arreglo! —Grito, causandome un susto.

—¿A qué te refieres con arreglo? —Ella no me contestó, se levantó y me arrastro con ella, me hizo sentarme en su silla que tenía enfrente a su pequeño tocador color rosa; ahora que me doy cuenta, casi toda su habitación está llena con objetos o muebles color rosa.

La miré por el espejo que tenía, me desiso el chongo mal echo que tenía, aplicó muchas cosas a mi cabello; y con un aparato en forma de pinzas me lo hizo dejar suave y lacio. Después me giró y me aplicó muchas cosas en la cara, cremas y cremas, ah sí, más cremas.
Tomó un estuche que tenía mucho color y lo fue colocando en los párpados, se parecía al estuche que mamá tenía en casa. Con unas pequeñas pinzas, arrancó varias de mis cejas; dejándolas bien alineadas. Y finalmente me cortó parte de mi cabello de enfrente, dejándome un flequillo.

—¡Listo! —Grito emocionada, me señaló el espejo para que me mirara, eso hice y...

¿Qué fue lo que esta chica me hizo?

¿Qué fue lo que esta chica me hizo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—LaOmmaChida❤️

★• Dulce Venganza •★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora