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—Ven, sube — abrió la puerta del copiloto me ayudo a entrar, yo aún cubría mi pecho con mis brazos.

Él cerró la puerta y rodeó el auto, y entro en el asiento del conductor, encendió la calefacción y después encendió el auto. El auto empezó a avanzar rápidamente, yo tenía la mirada baja, estaba temerosa y nerviosa.

¿En dónde había estado JungKook todo este tiempo? Ni siquiera yo lo sabía, claro...hasta ahora.

El auto se detuvo, pero no se apagó, levanté la mirada y ví un semáforo en rojo. De reojo ví como JungKook se inclinó un poco hacia mí, yo me pegue instintivamente hacia la puerta, haciendo que evitará su contacto. Pero me regañé mentalmente, al ver que estaba inclinado hacia mí, ya que estaba sacando algo del asiento de atrás. Una chaqueta.

—Ten, póntela — me la dió, yo la tomé tímidamente y me la puse rápidamente.

El semáforo cambio a verde y nuevamente el auto avanzó. Mordí mi labio inferior, sabía que tengo que agradecerle, pero ahora estaba nerviosa, ya que no sabía hacia donde íbamos.

Algunos kilómetros más, y detuvo su auto en una gran casa, casi como la de Jisoo. Él bajo del auto y rodeó el auto, abrió y mi puerta y me ayudó a bajar.

—Ven — tomé su mano sin mucha confianza.

Caminamos por el gran jardín, hasta llegar a la puerta de su hogar, la cual abrió, dejándome pasar primero.

—Siéntate en el sofá, iré por el botiquín, ahora vuelvo — caminé hacia la sala, me quedé sentada en el sofá, hasta que regreso con una caja, con una cruz roja en la tapa.

Empezó a preparar todo. Una vez preparado, empezó a desinfectar mis heridas con algodón con alcohol.

—Auch — me quejé haciendo una mueca de dolor.

—¿No te hizo nada grave? — lo miré, y negué con la cabeza.

—G-Gracias por ayudarme — él tiró el algodón sucio y empezó a guardar las cosas en su lugar.

—No hay de qué.

Se levantó y dejo la caja en la cocina, regreso y se sentó a mi lado en silencio.

—¿Porqué no has ido al instituto? — pregunté curiosa.

—Salí de viaje a casa de mi hermana — contestó y continúo. —Lamento haberte echo aquello la última vez — lo miré sorprendida.

¿Jeon JungKook se está disculpando?

—Oh...n-no te preocupes, ya todo está olvidado — dije rápidamente.

—¿Quieres que te lleve a casa? — negué rápidamente con la cabeza. —Entonces, ¿Dónde pasarás la noche?

Buen punto.

—¿Sabes dónde vive Jisoo?

[...]

—¿¡Qué mierda te paso en el rostro!? — un NamJoon totalmente preocupado, no tardó en llegar hasta a mí.

—Quisieron asaltarme, estoy bien — quité su mano, la cual había querido tocar mi rostro.

—¿¡Cómo rayos dices que estás bien, cuando tienes esta cara!? — Jisoo se acercó y tomo mi cara con una mano y la acercó a su rostro, analizandome.

—¡Yah! He dicho que estoy bien — quité su mano y los miré.

—Bien, vamos a creer que lo que dices, realmente pasó — Jisoo soltó un suspiro y yo asentí con la cabeza.

Entramos a clases, y mi rostro no paso de desapercibido por los maestros y alguno que otro prefecto. El almuerzo llegó lo más antes que pensaba y esperaba, mi cabeza empezaba a doler, tantas preguntas que me eran echas, al final tuve que dejar mi almuerzo en la cafetería y sólo traer un jugo, y mis cosas. Caminaba por el pasillo de los salones finales, quería ir a la azotea y que nadie me molestará, necesitaba estar a solas un tiempo.

Eso, hasta que un chico, literalmente, cayó encima de mí. Había sido lanzado del salón por el cuál pasaba, lo que hizo que él cayera sobre mí y mi espalda doliera horriblemente.

—Ouh, maldición — me quejé, cerré los ojos con fuerza, y los abrí.

Un chico con cabello negro y mirándome como si fuera la respuesta a una pregunta de examen, completamente difícil, estaba arriba de mí. Escuché algunas maldiciones y el sonido de una pisadas rápidas, quien sea que haya arrojado a éste chico afuera del salón, había huido.

Mientras que el chico que me estaba aplastando, no se quitaba.

—Oye...

—¿Sí? — contestó.

—Muévete, me estás asfixiando — señalé su cuerpo, él apenas se dió cuenta de la situación y se levantó rápidamente, una vez que se levantó, me ayudó a hacerlo, y recogió mis cosas por mí. —Gracias.

—Oye, lamento lo que sucedió, no era mi intención caer encima de tí — hizo una reverencia.

—Tranquilo, estoy bien... sólo, no tengan ese tipo de juegos con tus amigos, para la próxima, puede que no sea yo a la que aplastas, sino a algún directivo y estarás en problemas — dije.

—Oh, no te preocupes, no volveré a jugar de esta manera con mis amigos — sonrió apenado.

—Bueno, me voy. Adiós — agité mi mano en despedida.

—¡E-Espera! — me detuve. —¿Cómo te llamas? — preguntó y yo sonreí.

—Me llamo Lalisa Monoban, un gusto — hice una reverencia.

—El gusto es mío.

—¿Y tú?

—¿Yo qué? — reí.

—¿Cómo te llamas? — el sonrió.

—Mucho gusto, soy Jackson Wang.



—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

Lamento la tardanza. 💜💜✨✨✨

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2020 ⏰

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