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Sabía que haberme revelado contra JungKook, traería consecuencias graves, pero ni siquiera pensé en lo que hacía. Fue por mero impulso.

Y gracias a ese estúpido impulso de momento, estoy sentada, en medio del pasillo, con pintura adornando mi cabello y uniforme, sólo podía escuchar risas por parte de los alumnos, e incluso escuché su risa. Levanté levemente la cabeza, y ahí estaba, JungKook riendo en grande, mostrando aquellos dientes de conejos que en algún momento me habían parecido atractivos. Pero ya no más.

Unas pisadas rápidas, llegaron a mí, y después su gritó enojado.


—¿¡Quién mierdas hizo esto!? — su voz gruesa hizo que todos los alumnos se callarán de inmediato, excepto él.


—Hyung, sólo nos estábamos divirtiendo deja de... — cerré los ojos al escuchar como el recién llegado le dió un golpe, ya que levanté la mirada, y JungKook estaba sentado en el piso, tallando su mandíbula del lado izquierdo. —¿¡Qué demonios te sucede, hijo de puta!? — se levantó rápidamente, y yo también, no quería que por mi culpa, hubiera un enfrentamiento.


Eché mi cabello hacia atrás, ya que estaba húmedo de pintura rosa que había sido tirada en cima de mí, sin piedad. Me puse a lado de NamJoon, sí, aquel chico que me encontré en el camión, aquel que dejó unas flores y que me dijo que le gustaba, el mismo chico al que supongo que le gustó.

—Por favor, vámonos — hablé bajo, mis ojos tenían un poco de lágrimas guardadas. No las dejaría salir, no enfrente de JungKook, quien se burlará de mi debilidad.


JungKook soltó una carcajada.


—No me digan que ustedes dos — volvió a reír. —¡Ay, Hyung! Que patético eres — su rostro de burla jamás desapareció. —En verdad... — rió. —Me dan mucha risa.


Apreté mis labios, su risa era como un maldito martillo que golpeaba mi cabeza cada vez que reía.


Mis lágrimas bajaron por mis mejillas, y me sentí muy impotente, estaba harta. Había llegado a mi límite.

Había soportado mucho por parte de JungKook y de sus dos amigos más, pero ya no podía seguir aguantando sus bromas, sus acosos y hacer sus tareas, me estaba cansando, o mejor dicho...me cansé.


Me acerque a él de repente, lo cual no vio venir mi golpe. Con el puño cerrado, golpeé su mejilla derecha, al parecer había sido un gran golpe y había puesto mucha fuerza, ya que lo hizo quedar en el suelo, sentado. Mis nudillos dolieron.


—¡Estoy harta, maldita sea! — mi voz rota alertó a algunos, ya que las caras de burlas de volvieron serias. —Estoy harta de tus abusos, de tus acosos y de tus malditas burlas, ¿No tienes nada mejor que hacer, que joderme la vida? ¿¡Ah!? — grité, JungKook se mantenía serio y sin expresión. —¡Eres un maldito JungKook! Llegué a mi límite, pero te juro qué, saldré de aquí con mi maldita boleta, voy a graduarme como cualquiera de ustedes, y no volveré a ver tu asquerosa y repugnante cara — lo señalé. —Hasta entonces.


Me dí vuelta, tomando de la muñeca a NamJoon y llevándolo conmigo por el pasillo.


Me cansé de ser la víctima.






—LaOmmaChida💜💜✨✨✨





Lamento la demora. 💜💜✨✨✨


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