Día 3: estrellas y océano.
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El alba acariciaba la mañana, la tenue luz que traspasaba las nubes mañaneras le daba al océano un toque lúgubre. Como cada mañana desde hace 12 años un joven de cabellos cobrizos elevó las banderas del puerto.
La salada brisa proviniente del océano era ligera, las pequeñas gotas que lo salpicaban directamente de las olas se impregnaban en su ropa, acentuando la humedad del ambiente.
Solo esperaba como cada día a que llegara la noche. Pues si bien buscar estrellas de mar era mucho más fácil de día, bucear a la luz de la luna tenía su magia y esperaba esa noche poder encontrar aquello que tanto buscaba.
A su hermosa Asteroidea
La conoció cuando tenía 8 años, su novia vivía diciendo que seguramente fue su imaginación de niño, pero el estaba seguro de que había sido real. No solo por el hermoso colgante que poseía, sus memorias eran tan nítidas que dudaba haber soñado o imaginado aquella noche.
Ya era parte de su rutina huir de casa, prefería ser castigado al día siguiente antes que oír las fuertes discusiones de sus padres, por más que su madre viviera enferma su padre no dejaba de quejarse de ella y su condición, el peor punto era cuando llegaban a los golpes pero para ese entonces el pequeño ya se encontraba en el agua.
Se adentro en las saladas aguas sin más que una pantalones, gafas para bucear y una bolsita de tela, para guardar sus tesoros. Durante 9 meses había ido y vuelto sin problemas, era un gran nadador.
Ah... Pero el mar es traicionero, mucho más cuando su amada luna se alza en su totalidad sobre el, lo altera de una forma sorprendente, volviéndolo errático y violento.
Una tormenta lo atrapó, llevándolo a las profundidades más remotas del océano Pacífico. Justo antes de ahogarse la vió, pequeña, con sus castañas hebras flotando por el agua.
Se dirigieron una mirada curiosa antes de que el pequeño de ojos opuestos perdiera la conciencia por falta de oxígeno.
Estuvo a punto, de no ser porque unas pequeñas manos tomaron sus pálidas mejillas y un beso fue plantado en sus labios, generando de forma automática una burbuja de aire al rededor de su nariz y boca.
Cuando pudo respirar tranquilo estuvo seguro de lo que sus ojos veían, pues no conocía a ninguna persona que en lugar de piernas tuviera una cola de pescado, iniciaba en su cadera hasta desaparecer completamente. Las escamas rojizas contrastando la piel de porcelana le hacían creer que era similar a una muñeca.
El extraño ser sujetó su torso y empezó a nadar a la superficie, cuando llegaron Todoroki noto que no estaba tan lejos del puerto.
No quería alejarse pero el mar era terrible y despiadado, le dirigió una última mirada a su salvadora pero está ya había desaparecido en las turbias aguas.
Cuando llegó al muelle pudo ver qué de su cuello colgaba una pequeña caracola plateada... La misma que ella llevaba en el cuello cuando la vió.
Todoroki amaba bucear y buscar estrellas de mar, aunque es lo último que se le pasó por la cabeza al salir esa noche fue encontrar una sirena en su camino.
Y por eso esperaba pacientemente volver a encontrarla nuevamente, sin importar cuantos años pasaran... Solo quería volver a verla.
Así fuera en sus más profundos sueños.
Sin saber que desde hace 12 años una ahora no tan pequeña sirena lo veía todos los días al amanecer, cuando salía a colgar las banderas, detrás de un arrecife rocoso que la escondía a la perfección.
🌌🐚🌌
Wattpad me odia, llevo toda la noche intentando publicar esto y no me deja ಥ╭╮ಥ
Espero les guste aunque no sé cuando logré este pequeño salir a la luz.
Hasta dentro de unas horas...
~Kiiro
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Historias Que No Serían Contadas (TodochakoWeek19)
Random¡Todochako Week! ¡Me encanta como suena este maravilloso proyecto! Cómo me conocen y saben que son algo impulsivo ¡No pude resistir a unirme a este bello evento! So~ será del 21 al 27 de Julio. Espero estén pendientes si aman a esta parejita tanto...