💐Violets💜

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Día 6: Flores! Colores!
Advertencias: Hoy estoy muy soft
(╥﹏╥)
#Sigan_escuchando_a_Pentagon_por_mí_culpa

~💜~

Realmente estaba agradecido, sentía había tenido una muy buena vida por eso mismo nunca sintió la necesidad de quejarse de ella.

El dolor y las ganas de venganza habían desaparecido hacía muchísimos años, todo gracias a los brillantes y gráciles orbes de su amada esposa.

La dulce Todoroki Ochako había sanado las heridas de su vida desde que apareció por primera vez cuando eran niños.

Envuelta en aquel vestido blanco con una chaqueta pastel, su largo cabello estaba recogido de tal forma que una cinta roja aislaba los mechones de su rostro, permitiéndole jugar libremente. En ese entonces la calidez de las palabras, la compañía y la amistad que se hacía presente en su vida eran tan confusa como acogedora.

Solían estar juntos, por coincidencias de la vida ambos terminaron en la misma escuela primaria, comiendo cada vez esas deliciosas galletas de naranja que Shouto tanto amaba. Estás eran preparadas por la madre de Ochako

Una memoria latente de esa época era la vez que debió disfrazarse de una flor amarilla para una obra escolar, su padre se indignó tanto que al día siguiente fue retirado de dicha escuela.

Sin embargo los caminos de la vida los juntaron nuevamente en preparatoria, la primera impresión después de tantos años no fue diferente. Seguía siendo una chica efusiva, dulce y amable... Y amaba admitir que se veía hermosa con su cabello corto, además la falda verde del uniforme le sentaba de maravilla haciendo ver sus piernas más largas, torneadas... En fin.

Siempre juntos incluso sin ponerse de acuerdo eligieron la misma carrera universitaria, ambos pasaron a estudiar medicina en la universidad de Tokio.

Pese a que el padre del bicolor se había negado rotundamente a ello, diciendo que debía seguir la línea familiar en el estudio de leyes para ser un político exitoso y jurando sobre su vida que no pagaría un solo centavo por dicha carrera. Sin embargo eso no fue un problema, hizo un montón de sacrificios por seguir su vocación, desde ser dejado de lado por su familia hasta perder todas las horas de sueño posibles. Pese a tener una beca completa aún debía trabajar para su manutención, contando con 2 medios tiempos y el apoyo incondicional de su novia que hacía hasta lo imposible para cuidar de él.

Si, desde segundo año de preparatoria salía con su preciosa chica de ojos terrosos. Cuando su padre lo echó de su casa la castaña le ofreció su hogar, sus suegros lo adoraban sin embargo apenas reunió lo suficiente para conseguir un pequeño apartamento se mudó para no incomodar más a su familia... Aunque no contaba con que su linda Ochako decidiera mudarse con él para cuidarlo.

Su vida fue muy interesante gracias a la mujer a su lado, como aquella vez que fueron juntos a la playa, en Shikoku. El océano y el cielo reflejados en un azul infinito de sí mismos. Fue el lugar ideal para pedirle que fuera quien lo acompañará durante toda su existencia, que le permitiera protegerla y hacerla feliz. Como consecuencia de una afirmación ala propuesta, una vez más la chica recibió hermosas violetas, como desde hacía algunos años.

Ochako amaba recibir flores, sin embargo su reacción cada vez que reciba de su amado violetas su reacción era la misma, la belleza que resaltaba en su totalidad de su rostro lleno de vida.

Decidieron terminar su carrera propiamente antes de casarse, y aunque se separaron gracias a las especialidades que cada uno eligió nunca dejaron que la normalidad invadiera su rutina.

Todoroki eligió la pediatría, nunca lo admitirá hasta ese momento pero adoraba con devoción poder cuidar de pequeños indefensos. Por su lado Uraraka eligió ser cirujana cardio torácica, quería generar mucho dinero para retribuir le a sus padres el haberla criado tan bien, pero también quería ser ella quien cuidara correctamente a su padre, quién padecía una enfermedad bastante compleja.

Ambos ganaron renombre en sus labores y para nadie fue sorpresa que se casarán a la corta edad de 25 años, su amor era tan afable y dulce que cualquiera entendería lo obvio: querían estar juntos durante toda su vida.

Su primara casa con un préstamo terriblemente complejo y cientos de pagaré a términos era hermosa, juntos la arreglaron de la mejor forma para que su pequeña familia tuviera las mejores condiciones. La parte favorita de Ochako era demorar y cuidar el sinfín de flores en su jardín ¿La de Shouto? Ver a su esposa ser feliz con detalles tan simples.

Por eso mismo el que Ochako enfermara de forma repentina a sus 42 años fue un golpe muy fuerte para su esposo. Esposo que la cuidó con total devoción con ayuda de sus padres y su hijo durante más de 7 años.

En los últimos días de vida de la dulce Ochako habían tenido una conversación que siempre tuvo presente en el resto de su vida. Al ver a su esposa en condiciones tan lamentables lo único que le pidió fue un permiso.

-Ochako, mi dulce Ochako... Porfavor permíteme morir a tu lado.- haciendo un sobreesfuerzo se sentó en la cama y le dirigió una mirada seria, se notaba enojada.
-¿De qué demonios estás hablando Todoroki? ¡Si yo llegara a irme antes tú debes quedarte! Si no ¿Quién cuidaría de los pequeños en el hospital? Te amo con todo mi ser pero no permitiré que digas tonterías, Shouto.
-No son tonterías, he estado junto a ti toda mi vida, desde que somos niños sabía que compartiría mi existencia en esta Tierra contigo... -Las lágrimas habían brotado el el rostro del mitad albino, uno de sus más latentes miedos en vida estaba próximo a sus ojos y no sabía cómo controlarlo- Si tu te vas... ¿que se supone que haga?

-Seguir adelante, tienes una carrera que ejerces con maestría, colegas que te respetan, unos suegros que te adoran, un hijo que te ama y que no podría estar más orgulloso de ti- limpiaba las lágrimas del rostro del contrario con parsimonia, mas allá de regalarlo lo entendía, si la situación fuera al revés ella probablemente diría lo mismo, pero no quería que la vida de su esposo acabará Por su ausencia- Solo... Dame el honor de saber que te quedarás cuidando de ellos, ya que yo no puedo-

-Pero no puedo, no tengo ganas... Solo quiero morir a tu lado, amor mío.-

-No es porque quieras... Házlo por el amor que me tienes querido, ellos nos tienen únicamente a nosotros. No podría estar más feliz y orgullosa de que tú seas mi esposo.-

Las flores en sus brazos dentro del ataúd eran violetas, sobre su tumba igual. Parte de las bellas flores del jardín que Ochako tanto amó descansaban al lado de su lápida. Murió una semana antes de su cumpleaños número cincuenta.

Durante años posteriores su jardín se mantuvo igual de hermoso, casi como si ella nunca se hubiera ido. Shouto durante más de 30 años cuidó aquel jardín con todo el amor de su existencia, él vivió bien.

Vió crecer a su hijo y convertirse en un gran cirujano, igual que su madre. Viajo a todos los lugares que habían significado algo para su vida, cuidó y ejerció su profesión con pasión hasta su último día...

Y su último recuerdo en este mundo fue ver a su preciosa esposa, con un vestido blanco veraniego caminando entre su jardín, extendiendo su mano a él...

-Cariño es hora de irnos... ¿Sabes algo? Te he extrañado mucho
-Querida...
-Gracias por vivir, realmente estoy orgullosa de ti.

Si Shouto tuviera que elegir un color para describir su historia sería el violeta, sin duda ese era el color de su amor.

~💜~

Tengo sueño y creo que lloré un poquito... En fin.

~Kiiro

Historias Que No Serían Contadas (TodochakoWeek19)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora