UN MUNDO REVERSIBLE | One Piece Fanfic

6- De regreso

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Antes de nada, quisiera pedir disculpas por haber tardado tanto en actualizar la historia

Digamos que en las vacaciones hay tanto que hacer... *sarcasmo* A si que no se enfaden conmigo que soy érr-moza UwO

*Ustedes* : (ノಠ益ಠ)ノ彡┻━┻ alv prra

Ohkay okay ya les dejo aquí la historia para que se tranquilicen... (yo me piro =┌( ಠ_ಠ )┘)

Bueno, sólo me queda decirles que la disfruten y que sepan que vengo llenita de ideas para los próximos capítulos en los que os vais a reír mucho.

(Y si no que os den ( ͡☉ ͜ʖ ͡☉)9 )

Hasta otra pequeños otakus!

Y lo más importante: Que pasen unas felices vacaciones ;)

- PRINCE.

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pov PRINCE:

-¡Prince! ¡Prince!.... ¡DESPIERTA!

Abrí los ojos y vi a Viserion fuera de la katana, mirándome y echándome su aliento en la cara.

-V-Viserion ¿Qué pasa?...

-Tenemos que volver... -dijo muy cansado.

-¿Por qué?

-Por favor Prince... -él empezó a jadear- Di "Rotásiram".

-¿Lo quééé? -yo seguía medio dormida y no entendía el por qué de su agotamiento, ya que había estado durmiendo; ¿no?

-...R-Rotasiram...

No le presté mucha importancia al asunto, hasta que Viserion se desplomó.

-¡Viserion!

Me estaba poniendo nerviosa. Creía que le había dado un ictus o algo. Empecé a buscar medicinas, ero no encontré nada para darle. Pensé en ir a llamar a Marco porque el seguro que tenía algo, pero cuando iba a salir; recordé lo que me había dicho Viserion.

-Mierda... -maldecí.

Volví al lado del dragoncito, y vi que estaba inconsciente; agotado.

-Viserion... Maldita sea, ¿Qué narices has estado haciendo?...

Pero como me imaginé, no obtuve respuestas. Sólo se me ocurrió una cosa, pero no sabía si iba a servir de algo.

-Querías que dijera.... ¿El qué? Rotación... no; era Rotante...

Me empezaba a desesperar, no lograba dar con la palabra.

-¡Retátium! ¿¡Retrocesus!? ¡Rotasiram!

La katana que estaba apoyada empezó a brillar.

Cogí a Viserion en brazos y empuñé la katana; y sentí que la misma sensación que había notado al llegar a este mundo me invadía de nuevo.
Empezó a salir de ella una extraña luz cegadora y cerré los ojos. Todo empezó a dar vueltas.
Cuando los volví a abrir, estaba otra vez en mi habitación.
Y Viserion ya no estaba, en su lugar estaba el extravagante brazalete. De pronto empezó a hablar.

-Uaaaahhh menos mal...

-Viserion... ¿Qué narices te pasa?

-Ah... pues se me olvidó decirte que tengo un cierto límite de horas en ese mundo... Mi energía se agota al mantenerte en la dimensión y necesito volver a reposar aquí unos diez minutos, cada veinticuatro horas...