Capítulo 2

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Hoy es el "gran día"  y no se desde que hora estoy despierto pero la verdad es que no me importa, desde que abrí los ojos en la mañana estoy metido en el auto (o al menos así se siente).

Llevamos como unas dos horas de viaje y no veo ningún letrero que indique donde se encuentre susodicho campamento; lo curioso del campamento WoodHill es que todo el mundo sabe que existe ya que todos han asistido a él en alguna etapa de su vida pero la cosa es que casi nadie sabe como llegar.

Con la vista fija en el camino sólo logró ver el verdor del bosque y es hermoso pero sorprendente a la vez tan solo de pensar que hubo un tiempo en el que nada de esto existía, hasta que se llega a un punto lo suficientemente lejano de la ciudad en la autopista en el que se logran ver las ruinas de las casas que soportaron el colapso del Lixus y que ahora toda esa zona esta restringida por escudos creados por los Geminianos para evitar el paso de cualquier astro... y pensar que alguna vez ese lugar fue llamado hogar.

Fijo la mirada en frente en donde mis padres se encuentran mi padre al volante y mi madre en el asiento del copiloto ambos hablando de temas triviales desde que empezamos el viaje; hay veces que cuando los veo juntos sólo me pregunto ¿Cómo es que ...

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Fijo la mirada en frente en donde mis padres se encuentran mi padre al volante y mi madre en el asiento del copiloto ambos hablando de temas triviales desde que empezamos el viaje; hay veces que cuando los veo juntos sólo me pregunto ¿Cómo es que dos personas tan diferentes pueden estar juntas?  Y no sólo de personalidades también pertenecen a astros opuestos; Mi madre es dulce, siempre se deja guiar por  sus sentimientos antes de hacer algo, paciente y trata de tomar las peores situaciones con la mayor paciencia posible (es una cualidad que tienen todos los Virgos)...mi padre....es otra historia, siempre quiere tener el control sobre todo, no es muy sentimental que digamos (rasgo que la mayoría de los Tauros tienen) y tampoco es muy afectivo (pero eso lo aprendí desde que nací).

Desde que tengo uso de razón mi padre nunca a dejado de repetir "algún día seras un gran taurino como tus ancestros", al parecer le hace feliz la idea de tener un hijo que sea igual de engreído y prepotente como él. Pero si pudiera destacar algo positivo de él es que es uno de los mejores guerreros en batalla  (nunca deja de hablar de sus días de gloria) y que jamás se rinde ante un desafío.

Pasaron los minutos, y yo aun seguía sin ver rastro del campamento,  hasta que noto  que mi papá se esta desviando de la carretera y se va adentrando al bosque.

-¿Qué haces? Esto es un tipo de desvío o...-  pregunté quitándome los audífonos y guardándolos en mi bolsillo.

-Benjamin,  se por donde voy- dijo mirando por el retrovisor con un  tono relajado dedicándole una sonrisa a mi mamá, la cual ella le correspondió. 

En cuestión de segundos el auto se detiene a la mitad del bosque.

-¿Y ahora qué? - dije mirando por todas partes.

-Aquí es- dice  mi mamá emocionada.

-¿Aquí?- dije extrañado... es enserio ¿Aquí?

A la mitad de la nada esta el famoso y maravilloso campamento WoodHill,  no es que sea grosero pero esperaba algo ¿cómo se diría? fantástico. 

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