↬Capítulo 30↫

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Hoy no fue uno de los mejores días de entrenamiento pero he tenido peores, además no puedo suponer que me vaya bien en una estela a la que no pertenezco. 

Camino por el bosque solo hasta volver a la estela Leo, pues al parecer Everett decidió quedarse en el bosque; cuando llego a la estelas todo estaba exactamente igual desde antes de que nos fuéramos, sigo caminando hasta llegar  a la salida de la estela, me dirijo a la muralla de arbustos la cual se abre desde que me acerco (estúpido Trevor), paso por el túnel hasta cruzar al otro lado del bosque.

Ya caminando sin un rumbo fijo por el bosque llegó hasta la cabaña, seguramente estoy tan acostumbrado a caminar hacia la cabaña que mis pies me guiaron involuntariamente; abro la puerta y entro a mi habitación, me lanzo en la cama sin ganas  boca abajo; el aire entra por el lado abierto y se siente en cada esquina, siento que mis ojos se van cerrando con pesadez y por más intento mantenerme despierto pero  no puedo, le hecho un último vistazo al bosque antes de cerrar los ojos por completo y caer en un profundo sueño.

》》》Horas después《《《

Tengo que levantarme ya debe ser tarde... llegaré tarde debo despertar ahora o será bastante tarde... esperen ¿a dónde debo ir? ¿y por qué llegare tarde?... ya lo recuerdo debo ir a la estela Leo está noche, Everett y Lexxi deben estar esperándome no puedo quedar mal de está manera, vamos levántate.

Abro los ojos con desgana y veo que todavía es temprano, bueno no tan temprano como antes pero aún así es temprano, inclinó mis brazos sobre la cama y me impulso hacia atrás para levantarme, ya "despierto" y fuera de la cama tomó un reloj que esta encima del buro el cual marcaba las cinco y cuarenta y cinco de la tarde, tal vez pueda volver a dormir durante un rato más antes de que anochezca, antes de volver a la cama mi estomago empezó a sonar muy fuerte (rayos no he comido nada).

Salgo de la cabaña y me dirijo hacia la cafetería, llego más rápido porque está vez me apresuré en llegar ya que tengo mucha hambre; cuando entré la  cafetería está prácticamente vacía sólo habían como dos o tres personas sentadas en los bancos y eso es todo pero que me importa si está vacía lo único que quiero es comer y punto, me dirijo hacia la barra de comida, una de mis cosas favoritas de todo el campamento es que en la cafetería la comida siempre está fresca y parece nunca acabarse (estoy en el paraíso... hasta que hago las pruebas en las estelas y todo se fastidia) tomo un plato de frutas, más uno de cereal, una dona, un poco de pan y un jugo también dos  puños de barritas (sólo son para cuando tenga hambre y no quiera levantarme) ya se que esto más bien parece un desayuno pero es lo que hay a esta hora y es mejor que nada.

Después de haber terminado de comer tomé unas botellas de agua para llevarme las a la cabaña (no me deshidratare por estar de vago y no querer buscar agua); salgo de la cafetería y me dirijo hacia la cabaña, camino por el bosque solo hasta llegar, lo usual, al llegar abro la puerta y vuelvo a lanzarme a la cama como lo había hecho antes, solo debo esperar la hora indicada para ir a la estela Leo.

Pasaron unos minutos y yo seguía acostado en la cama sin hacer nada, "debo salir de aquí", fue lo primero que me llego a la mente ya no aguantaba estar encerrado en estas cuatro paredes (metafóricamente hablando ya que la cabaña sólo tiene unas tres paredes además esta al aire libre) salgo por la parte abierta de la cabaña y me adentro en el bosque en dirección de la estela leo, no me importa si es muy temprano necesitaba salir de esa jaula y socializar con seres humanos (cosa que no pasa muy a menudo).

Ya después de haber caminado prácticamente todo el bosque y de haber cruzado la muralla de arbustos por fin había llegado a la estela, lo extraño era es que parecía estar vacía en el sentido de  que nadie estaba caminando por los alrededores o sentado en uno de los bancos de madera, nada, absolutamente nada, a la única persona que pude ver sentado en unos de los bancos fue a Everett quien no dejaba de mirar para todas partes a pesar de que no había nadie cerca el seguía mirando hacia todos lados.

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