↬Capítulo 47↫

24 4 0
                                    

Ya amaneció y todos en la cabaña siguen dormidos incluso Roy, ya que desde aquí puedo escuchar sus ronquidos. Pasé toda la noche pensando en formas de como poder quedarme.

Pero al final del día será inútil si en mi brazo no tengo la marca de los sagitarios.

De pronto algo bajo mi almohada empieza a sonar, levanto la almohada con rapidez y se encontraba un objeto muy parecido como el que Roy tenía ayer para la demostración del mapa. Pero ¿qué es esta cosa? Y ¿qué hace aquí?; Alzo el objeto y aún no deja de sonar.

-Ella quiere verte- escucho decir a Roy desde arriba.

-¿A qué te refieres? ¿Quién quiere verme?- pregunté curioso ¿quién querría verme a estas horas de la mañana?.

-Tu sabes quien- responde Roy sin fuerzas.

Eleanor, es la única persona que se me ocurre en este momento.

-¿Y qué se supone que haga con esto?- interrogue.

-Eso te guiará a ella -

-¿Cómo?-

-Solo presiona el botón en medio y…- Roy da un bostezo largo antes de terminar -Y dejas que te guíe-

-De acuerdo, gracias-

-No hay… de que- en el momento en que termina la frase los ronquidos vuelven a sonar en todo su esplendor.

Me levanto de la cama, acomodó mis pies en los zapatos y camino hasta llegar a la puerta logrando salir por completo de la cabaña. Presiona el botón de la cosa (cómo sea que se llamé) haciendo que está flote sobre mi mano para empezar a elevarse hasta llegar justo en frente de mi cara y así apuntar hacia una dirección.

Sigo el camino que apunta el objeto que es todo el tiempo derecho. La mañana está completamente fría, en el cielo se poza un color grisáceo otorgándole al día un toque aún más reconfortante. El sonido cada vez se hace más insistente, levanto la mirada para notar que a la lejanía una persona estaba sentada en el suelo (lo más seguro es que sea Eleanor).

Finalmente llegó hasta donde se encuentra la persona sentada; sujeto el aparato y presiono el botón del medio para apagarlo, lo guardo en mí bolsillo, bajo la mirada y efectivamente era Eleanor, antes de sentarme ella dice:

-Buen día- saluda con una sonrisa.

-Buen día- respondí mientras me siento a su lado.

Los dos nos encontrabamos en completo silencio escuchando los tranquilizadores sonidos matutinos. Estábamos sentados en un risco, bastante alto a sinceridad, todo el campamento general se veía desde aquí y el pacífico lago del lado picis; era algo que no tenía descripción como todo el verdor del bosque lucía con los pocos rayos de sol que destacaban por las nubes grices de la mañana… era algo magnífico.

-Esto es hermoso- dije admirando todo a mi alrededor.

-Sí, lo es- responde Eleanor con la mirada perdida en el paisaje.

-Benjamin-

-¿Si?- la miro directamente.

-¿Te has sentido extraño últimamente?- pregunta Eleanor con la mirada baja.

-¿Extraño? ¿A qué te refieres?-

-¿Sientes que aún tienes a tu disposición tus poderes?- Eleanor evade mi pregunta y sigue con otra.

-Sí… eso creo, si es que lo que tenemos los Solums se le puede llamar poderes- dije con tono jocoso y ambos reímos.

-¿Enserio no has sentido nada?- pregunta Eleanor con un tono más calmado mirandome directamente a los ojos como si estuviera buscando algo.

IluminiansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora