43.Sabes cuánto te amo.

22 3 0
                                    

Me quedé callada al notar la mirada de Aki sobre los dos.

- No te alejes - dijo Robert a Lauri.

Caminamos hacía la siguiente habitación y cerré la puerta en cuánto entro detrás de mí.

- No confías en mí - dije molesta.

- En realidad sí confío. Te recuerdo qué cuando me embaracé nosotros no éramos nada.

- Sí,tienes razón...

Por alguna razón me vino a la mente el día que pasamos juntos por primera vez, cuándo yo salí corriendo de su casa asustada por lo qué sentía.

- Mentiría si dijera que no me atraes desde que te conocí.

- Creí que nuestra atracción nació por el embarazo - le dije pensativa.

- No,en realidad desde que nos conocimos. ¿O vas a negarlo?

- No. Me gustas. Es decir ... Tú sabes ...

- Incluso sin estar embarazada me atraes demasiado.

-¿Efectos secundarios?

- Las hormonas - trató de explicarme.

Me sonreí, a veces a mí me era imposible frenar mis impulsos.
Le entendía.

- Está bien. Ayúdame a cuidarlos - acepté - es por mí bien y yo soy terca.

Me abrazó y regresamos con Robert.
Aki estaba casí listo.

- Usaremos tu droga - dijo Robert para mantener el embrión en Aki.

- Solo tengo dos dosis - dijo Lauri preocupado.

-¿Tienes más?

- Con los ingredientes adecuados tendré suero en dos días. Sam debe tener más.

- Hablaré con Sam - dije mirándolos - necesitas una dosis mañana.

- Es cierto,ambos tendremos qué tomar la droga.

Los dejé ocupados,no quería ver cómo hacían todo el procedimiento.
Sabía que Sara estaba en buenas manos.

-¿Qué pasa Ser?- dijo Sam al contestar.

-¿Sabes dónde guarda Lauri sus cosas?

-¿Que necesitas? No quiero hurgar y encontrar cosas comprometedoras - se burló Sam.

- Muy gracioso. Robert cree que Sara peligra, que podría perder al bebé.

- Entonces si está embarazada...

- Al parecer no se ha repuesto de estar tanto tiempo congelada.

-¿Robert le pondrá el embrión a Aki?

- Sí. Además... Yo voy a dejar que Lauri tenga a mis bebés.

- Oh. Creo qué sé dónde dejó su droga.

- Necesito que la traigas con urgencia.

- Solo espero que yo no terminé cargando con un bebé en el futuro - dijo Sam bromeando.

- No creo.

- Llegaré lo antes posible - dijo Sam antes de colgar.

Me quedé lejos de ellos.
El pequeño laboratorio estaba dentro de nuestra cabaña.
Axel estaba en la cocina comiendo helado.

-¿Quieres más helado?- le pregunté.

- Sí. Come mamá conmigo.

- Al menos podré tener una conversación larga contigo - dije sonriendo.

- Te entiendo desde hace mucho.

Me sorprendió la serenidad con la qué me respondió, cómo si tuviera unos diez años.

- Me preocupa tu crecimiento acelerado.

- No pasa nada. Todavía soy capaz de controlar mis emociones.

- Me preocupa cuándo no puedas.

- Falta mucho para eso. Al menos sé que uno de mis hermanos caerá antes que yo.

-¿No te molesta saber el futuro?

- No. Al contrario,eso me tranquiliza un poco.

- Me asombra tu manera de hablar.

No dijo nada más, supongo que sabia cómo me sentía.
Le observé con detalle,con todo el amor que le tenía.
Acaricié su cabello castaño rojizo un poco más largo y el me miró con aquellos hermosos ojos verdes que heredó de su padre.
También noté que físicamente ya contaba con diez años.

- Sucedió hace unas horas - explicó Axel - sólo hice un salto... Y me dió mucha hambre.

- Es normal, supongo que no era la intención de Robert que te sucediera.

Lauri salió después de media hora y se le quedó mirando a Axel.

-¿Ya tan pronto?

- Casí es un adolescente - dije preocupada.

- Sara está bien. ¿Hablaste con Sam?

- Sí. Viene en camino.

- Ahora es tu turno.

Asentí, mientras me preparaba mentalmente para lo que seguía.
Desconocía el procedimiento en cuestión,pero sabía que podría confiar en ellos.
Regresé a dónde estaba Robert, lista para ceder ante Lauri.

Serenity y su chico embarazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora