58. Eres mí droga

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Por la mañana desperté con él a mi lado.
Robert tenía razón,lo mejor era que se quedará a mi lado,eso me relajaba.
Nosotros nos necesitábamos el uno al otro.
Sin embargo eso no eliminó mi temor futuro.
Me levanté para desayunar y ví a Rose cocinando.

- Rose...

- Papá tiene antojo de dulce,supongo que es la falta de sexo - dijo ella como si nada.

- En realidad le gusta mucho el dulce por las mañanas.

- Nop,es falta de sexo - dijo ella insistiendo.

-¿No te molesta saber lo qué hacemos o no?- le pregunté.

- En realidad no. Me encanta la idea de tener muchos hermanos y hermanas parecidas a mí.

- Por el momento no creo que sea posible - le dije cansada.

- Creí que te gustaba mi padre desde que lo viste la primera vez.

- Así es. Tú sabes todo.

- No todo. No puedo ver mi futuro.

-¿Porqué? Axel si puede.

- Porque él desea conocer el futuro. Yo no. A veces no puedo controlar mis visiones.

- Hablaré con Robert sobre eso.

- Ya hablé con la abuela - dijo Rose - ella dice que cuándo tenga la edad para encontrar a mi esposo podré manejar mis visiones a mi antojo.

- Le llevaré el desayuno - dije tomando un plato.

- Lo que necesita es a su esposa.

-¿Eso qué significa?

- Demuéstrale que lo amas. Están mal con su relación. Y tú tienes miedo.

- Qué bien,mi hija de menor edad que yo sabe más cosas...

- No te enojes. Tienen hijos porque se aman.

- No lo entenderías.

- Supongo. Sí tuviera a mi pareja no lo dejaría descansar, sería muy... Demandante.

- Cuando llegué el momento entenderás que no es tan fácil llevar una relación.

Me miró dudosa.
No dije nada más y regresé con Lauri.
¿Cuál era el límite para tener hijos?
Al entrar a nuestra habitación no lo encontré durmiendo.

- Tenía calor - dijo mientras salía del baño solo con una toalla.

Estaba un poco pasado de peso,pero eso no me disgustaba.

- Te traje el desayuno. Rose estaba cocinando.

-¿Menciono lo del sexo?.

-¿Cómo lo sabes?

- Dice que estoy de mal humor porqué no tenemos sexo.

- Algo insinuó.

- Es más descarada que Axel.

- Tengo que ir a ver a Axel.

- Está bien. Robert se quedaría con el por la noche y en la mañana Sam.

Me senté en la cama pensativa.
Suspiré con frustración.

- Ambos necesitamos relajarnos.

- Tal vez - dije mientras comía a su lado.

Noté su mirada.

-¿Qué pasa?- le pregunté al notar que no dejaba de mirarme.

Quitó los platos de la cama y su mirada me indicó que era lo qué deseaba.
Nos besamos mientras sentía ése calor que era tan común cuándo ambos estábamos muy cerca, sólo que esta vez era diferente.
Era una necesidad de ambos.
Me quité mi blusa y quedé en camiseta, mientras que él tiró su toalla.
Yo ya comenzaba a respirar con rapidez.
Me dejé llevar por sus besos,sus caricias y en cuánto estuve completamente desnuda, quedé a merced de mi Lauri.
Yo debía dejarme llevar por lo que sentía por él.
Otra visión me llegó de golpe, estaba embarazada.
Me perdí en sus ojos, mientras ignoraba la visión y explotamos juntos mientras nos aferrabamos uno al otro.

Tenía que dejar de pensar demasiado en las visiones del futuro.
Yo lo amaba y era lo único que debía importar.

Serenity y su chico embarazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora