Serenity y su chico embarazado

22.¿Nos traicionó?

Lauri miró a su padre mientras esperaba una respuesta.

-¿Es cierto qué nos traicionaste?-volvió a preguntar Lauri.

Mikel no miraba hacía el frente.
Miraba hacía sus pies.

-Detente Naruk- ordené.

Estábamos lejos de la Colonia, pero aún así poníamos en peligro a la gente.

-Robert me ofreció la libertad- contestó Mikel.

-¡No puedo creerlo!- dijo Lauri.

-Naruk, quiero que conduzcas lo más rápido que puedas- dije pensativa.

Comencé a marcar a Sam.

-Quiero qué me digas todo lo que sabes.

-Al parecer Robert tiene un trato con tu suegro. Sospechaban que estábamos detrás de ellos- dijo Sam- desde que te conoció, algo que fue mera coincidencia.

-¿Qué más sabes?

-Debes hacer que se deshaga de la ropa. Ya hablé con la hermana de Lauri.

-Espero llegar pronto... pero... Tengo una idea para llegar rápido.

-Ser, es un prototipo, no es nada seguro.

-Le haré unos ajustes y te prometo que llegamos para la cena hermanito- dije antes de colgar.

-Naruk detente, voy a hacer unos ajustes al coche- dije mientras me giraba hacía Lauri.

-Tenemos que hablar- me dijo Lauri en cuánto se detuvo Naruk.

Fuí a la cajuela del auto, saque la ropa de Lauri y un estuche de herramientas.

-Voy a modificar unas cosas del auto- le expliqué a Lauri- necesito qué le obligues a quitarse toda la ropa a tu padre.

-Tendrás que explicármelo mejor- dijo Lauri- te haré caso.

-Tu padre tiene en su poder un localizador, no sé en qué parte de su ropa.

-Muy bien- dijo Lauri.

Me agaché para revisar el prototipo del auto.
Sam y yo no habíamos tenido oportunidad de probar el prototipo de transportación de emergencia.
Un pequeño aparatito generaba un hoyo de gusano para romper la continuidad de espacio tiempo y movernos de un punto a otro en segundos.
Lo encendí y empecé a revisarlo.
Me enfoqué en mí trabajo mientra Lauri discutía con su padre.
Les di la espalda y empecé a hacer los cálculos para activarlo.

Suspiré.
Charles Sparks era un genio con la tecnología, aprendió mucho de los Novis y mí abuela, gracias a él habíamos podido pasar desapercibidos por tantos años, al ocultarnos.
Mi teléfono comenzó a sonar de nuevo.

-Robert ya te encontró. Es cuestión de diez minutos para qué esté ahí.

-No te preocupes Sam. Ajusté el prototipo, espero a qué estén listos para irnos.

-Hazlo rápido. Ten cuidado.

Lauri regresó a mi lado algo apenado.

-Hablé con él- dijo Lauri- nos debe una disculpa... Nos puso en peligro.

-No es momento para hablar de éso- dije apurandolo- debemos irnos. ¿Está listo?

-Sí.

-Naruk, yo conduzco- le dije- necesitó usar un atajo.
Naruk no dijo nada y se quedó atrás con Mikel.
Robert debía estar muy cerca.

-¿Te deshiciste de la ropa?- le pregunté a Lauri.

-Sí. La dejamos ahí.

Encendí el auto y accioné el prototipo, creando un portal hacia mi casa.