Capítulo 2

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Theodore Nott veía hipnotizado por así decirlo, como el alborotado cabello de aquella castaña se erizaba en forma de reacción a la acción de Parkinson.

Esta mañana se había levantado con el único propósito de encontrar una causa, un impulso, un propósito. Sí, era ambicioso, pero, ¿qué era él, sino ambicionaba algo que llenara sus pensamientos y alejara todo el remordimiento con el que había estado cargando todo estos años.?

Había estado aburrido todo el día con esa basura rutinaria de un estudiante de una "aristocracia" impuesta por personas inútiles. ¡Nefasto!.

Ese día él fue al comedor soló, ya que, sus dos amigos habían desaparecido en un pasillo contando con que él los había seguido, pero para Theodore no era nada satisfactorio seguirlos, así que sólo fingió haber sido despistado y pasarse de largo. Podía degustar de su soledad, en el gran comedor, bueno, hasta que Pansy apareció.

– Theo, ¿por qué tan sólo? Es que tus amigos te abandonaron, otra vez. Ya sabes como es Draco. Espero que ya lo hayas perdonado por lo de Astoria... ¡Ups! –habló la pelinegra con un tono de falsedad – Lo siento, yo no quería hacerte sentir mal.

En ese aspecto veía la diferencia entre Draco y Pansy Parkinson, Draco podía ser cruel con muchas personas pero con los suyos... con los de su casa no, él por más odio que guarde a algún miembro se su casa no podía atacarlos por la ética y la única moral que él podía poseer , sin embargo Pansy podía ser cruel y sádica hasta incluso con su mejor amiga, no media sus hechos ni tampoco las consecuencias de estos.

Algo pareció captar la atención de la chica, puesto que sus ojos corrieron con velocidad a un lugar, Theo puso su vista en el mismo lugar que Pansy pero sólo vio a Potter, su amigo el pelirrojo Weasley y su amiga Granger caminar a sus lugares, nada fuera de lo común. ¿Qué pudo haber captado su atención?.

– Ya vuelvo Nott.

Pansy corrió con sigilo tras de el trio de Oro, parecía ver algo en los pies de Hermione Granger ¿Qué era?.

Theodore elevó el cuello disimuladamente y enfocó su vista para ver a ese trio con más claridad, algo vio en el piso, ¿eso era..? ¿lodo?.

Necesita un monóculo de inmediato. La hija de muggles iba ser víctima de la incapacidad de encontrar algo productivo que hacer de Pansy que de seguro iba a hacer de las suyas, como siempre.

Observó como su compañera de casa captaba con la mirada de una serpiente venenosa a la Gryffindor como si fuera su presa en proceso de caza, y vaya que lo era.

Theodore vio todo el sucedido como un espectador ausente, mucho más ausente que los demás puesto que Theodore miraba a la castaña mucho más allá que un simple desconocido.

– ... ¡Sí! Soy sangre sucia como dices y estoy orgullosa de ello –recalcó la castaña furiosa moviendo lado a lado su cabeza con brusquedad –, y tal vez, ésta no sea la única ocasión en la que veas mis zapatos sucios y llenos de lodo, y sabes qué más; hasta te puedo decir que estoy orgullosa de andar con lodo en mis pies. ¡Gracias!.

Theodore sintió una ráfaga de calor recorrer por su interior, es verdad, siempre había admirado a la nacida de muggles, Hermione Granger, por su inteligencia, suspicacia, por su valentía. Le resultaba gracioso en cierta forma que sea nacida de muggles, una sangre sucia sin valor ante las grandes e ilustres familias de el mundo mágico Londinense. Cada vez que la leona respondía una pregunta en clases pensaba que un cerebro tan valioso como era el de la castaña había caído en alguien como ella, ser sangre sucia le había arruinando ese cerebro tan brillante, pero había caído en cuenta que la castaña no sólo era inteligente, también poseía otras cualidadesm Pero en cierta forma el hecho de sacar una cara tan fuera de lo común y a la vez tan... ella, le hacía pensar cosas sobre aquella chica, sentir cosas. Una intriga muy fuerte se apoderó de ella.

Huellas de LodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora